Semana de la Prensa: el problema a veces no son los periodistas, sino los medios que los contratan

Semana de la Prensa

“Si el Periodismo deja de ser incómodo, se convierte en publicidad. Y si no molesta a nadie, probablemente no está diciendo nada”.

Miguel Saavedra

 

JAIME TORRES TORRES

Prensa Sin Censura

El problema de la prensa en Puerto Rico no son necesariamente los periodistas, sino los medios que los contratan y sus líneas editoriales que hay que respetar porque de lo contrario te despiden.

Los periodistas que conozco de mi generación son excelentes escritores, narradores e investigadores.

Sin embargo, sorprende la Semana de la Prensa 2025 con la suma, cada vez mayor, de periodistas independientes que, como Prensa Sin Censura, en el pasado forjaron carreras en medios corporativos.

Sorprende con la avalancha de podcasteros e influencers sin educación en periodismo que, desde las redes, son emisarios de la noticia como espectáculo y acaparan la mayor parte de las audiencias porque ya no dictan pautas los periódicos, radioemisoras y canales de televisión, sino el llamado ‘social media’.

La Semana de la Prensa 2025 sorprende con el ejercicio del periodismo como un oficio glamoroso, con la aspiración de no pocos talentos de la nueva cepa de comunicadores a la fanfarria mediática de las premiaciones de gremios, con sus respectivas galas.

Pero en la colonia, el periodismo ha sido degradado, sin que nadie aparente reconocerlo y, con ética, promover foros autocríticos para MEJORAR. 

Prensa Sin Censura es, posiblemente, el único medio dirigido por un periodista bonafide que opera al margen del capital. No aceptamos publicidad porque la publicidad no pocas veces compromete líneas editoriales [¿Quién muerde la mano del que le da de comer?] Ni siquiera promovemos la solicitud de donativos que,  en buena lid, ayudarían a pagar dominios, membresías, licencias de transmisión, gastos de gasolina y peaje, etcétera. Esta es nuestra humilde aportación al País.

Prensa Sin Censura, en prensa, radio y tv digital con su convergencia en redes sociales, se dedica a cubrir y publicar lo que otros callan. No somos parte del ‘chijí-chijá’ mediático. Ni tampoco somos activistas. Nuestro rol es visibilizar y divulgar todo aquello que afecta y perjudica a las comunidades.

No tiembla el pulso a la hora de cubrir temas prohibidos; como analizar fenómenos como Bad Bunny, cubrir la gentrificación en las comunidades, promover la cultura, denunciar la privatización de los recursos naturales, criticar la partidocracia que ha quebrado la colonia y al imperio que la saquea. 

La Semana de la Prensa 2025 sorprende en una guerra sin cuartel en aras de imponer supremacías y primacías de audiencia, compitiendo por ‘views’, ‘shares’ y ‘likes’.

En el camino, la prensa corporativa y no pocos sectores de la independiente se proyectan como si operaran dentro de una burbuja. El único medio que firmó para que liberaran a Julian Assange, artífice del revolucionario y sin precedentes ejercicio de divulgación de información proscrita llamado Wikileaks, fue Prensa Sin Censura. Eso está en récord y el récord no miente.

Si de algo adolece la prensa puertorriqueña es de los panismos y buenos contactos. Periodistas son amigos y hasta compadres de políticos y funcionarios públicos, por consiguiente no los tocan.

En semanas recientes Prensa Sin Censura ha divulgado el desastre administrativo de María Conte Miller en el Instituto de Ciencias Forenses, pero nadie ha publicado ni una letra. Lo contrario, le hacen coro a la propaganda del 40 aniversario del ICF, según diseñado por la publicista Betsy Rivera, esposa de Edwin Mundo.

Los estragos a la salud de las personas ocasionados por las vacunas contra el Covid 19 es otra vergonzosa instancia en que la prensa corporativa y parte de la independiente CALLAN.

Lo menos que se podría hacer es publicar; invitar a debatir; forjar opinión pública y que los presidentes de las comisiones de salud de Cámara y Senado, Gabriel Rodríguez Aguiló y Juan Oscar Morales, respectivamente, sean emplazados para que presenten resoluciones y la legislatura investigue. Pero, claro está, los mismos medios promovieron la inoculación experimental y hoy hay periodistas con la salud comprometida.

De igual forma, es una contradicción que sea el Secretario de Estado de la administración colonial de turno el que determine quién es periodista o no en este País. No se imaginan la cantidad de solicitudes legítimas denegadas. Y eso es peligroso porque supone una coerción a la libertad de prensa porque sin la credencial “oficial” no se permite acceso a la cobertura en algunos escenarios de la administración de Jenniffer González, Thomas Rivera Schatz y Johnny Méndez.

Esa es una de las razones por las cuales fundamos, junto a un selecto grupo de colegas, la Asociación de Periodistas Independientes de Puerto Rico (ASPIPR), gremio a cuya presidencia renunciamos y que me parece que aun existe.

La Semana de la Prensa 2025 sorprende, en numerosas instancias que se observan por radio, prensa y tv, al periodista como la noticia y no pocas veces a la noticia como espectáculo.

Hay excepciones en que la cobertura de un evento por un medio independiente es tan impactante, que a los corporativos no les queda otro remedio que subirse al tren y cubrir, pensando más en rating que en servicios a la comunidad. 

Esta semana, con la iniciativa de los ciudadanos que removieron el portón en la carretera estatal PR-993 que impedía el acceso después de las 3 pm al Río Mameyes en El Yunque, Río Grande, recibimos una llamada de Telemundo y con mucho gusto compartimos los contactos.

La Semana de la Prensa 2025 sorprende a los medios pasando con fichas en coberturas e investigaciones sobre el narcotráfico, la fiscalización no con manos de seda a LUMA [se benefician de las pautas de publicidad y relaciones públicas], la corrupción en las iglesias, la declaración de estorbos públicos y los desplazamientos en los municipios, el escándalo de la falta de viviendas, la invasión extranjera, el caos en el Departamento de Educación, el saqueo de las aseguradoras de salud, lo que la Junta de Control Fiscal le cuesta a Puerto Rico, los rostros boricuas de los bonistas buitres, el derroche de los recaudos del IVU y la venta del País a los inversionistas de la Ley 60.

No obstante, después de 40 años de carrera periodística, la Semana de la Prensa 2025 sorprende a Prensa Sin Censura como miembro de la Red de Periodismo Descolonial, que integran colegas centro y sudamericanos de Amapola Periodismo Transgresor, Minka Comunicación y Abya Yala Soberana.

Desde hace más de un año, comunicamos para educar sobre los extractivismos con recursos naturales, como el agua, y la explotación capitalista de los minerales de la Tierra.

También, a mucho orgullo, integramos la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), un gremio con una trayectoria de más de 40 años que, en particular, ofrece talleres en línea de mejoramiento profesional y respalda a la prensa independiente.

La Red de Periodismo Descolonial y la  Asociación Nacional de Periodistas Hispanos sí representan a Prensa Sin Censura en estos tiempos de oscurantismo periodístico en que la libertad de prensa se supedita, como mercancía, al dinero.

Un tiempo en que se prefiere acudir a la autocensura o disimular desconocimiento de los hechos para no indisponerse con los poderosos e influyentes dueños del capital que los financia.

El problema, indiscutiblemente, no son necesariamente los periodistas, sino los medios y el capital que los sostiene.

Imagen/Freepik

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