Pablo José y la maldición colonial

PolíticaOpinión

JAIME TORRES TORRES 

Prensa Sin Censura 

Literalmente Pablo José Hernández Rivera ya inició su campaña para la gobernación por el Partido Popular Democrático en las elecciones de 2028.

La inundación de comunicados de su oficina y las historias del corazón, como la noticia de que será padre, reciben muy buena prensa.

Sin embargo, el cuatrienio apenas comienza y se desconoce si entonces quedará colonia, incluso civilización. El País se derrumba y tras siete meses de la instalación de la administración de Jenniffer González, ya se habla del comisionado residente en Washington como el nuevo “mesías” de Puerto Rico.

Después de la paliza que recibió Jesús Manuel Ortiz, Pablito accedió a la presidencia del Partido Popular Democrático (PPD), respaldado incluso por los números del evento electoral [obtuvo más votos que la misma gobernadora].

Hoy, en que se conmemora la Constitución del Estado Libre Asociado, sigue firme en el discurso de la “refundación” de la colectividad, mirando de lejitos el estatus colonial.

El decadente PPD es el germen del partido que representa la colonia y el anacronismo del Estado [desde 1952 nunca hemos sido estado], Libre [¡otra soberana falsedad!] Asociado [mendigo, siervo, esclavo] que sigue vivo en los municipios y distritos.

La organización fundada por Luis Muñoz Marín en 1938 entraña la raíz de la corrupción moral y política que salpicó y contaminó al PNP. Muñoz vendió por migajas la integridad de un Pueblo y lo enajenó por décadas con demagogia y Baile, Botella y Baraja.

Ya se escuchan cantos de sirena sobre lo que será el escenario electoral de 2028 con Pablo José como candidato a la gobernación. Se le debe seguir la pista para ver si está más acá que allá para aprovechar su silla en Washington y promover su candidatura.

¿Qué puede ofrecer el nieto de Rafael Hernández Colón? ¿Libre Asociación? ¿Independencia? ¿Unión permanente a un decadente imperio pero como esclavos mientras se observa cómo se gentrifica, vende y condena a los boricuas a ser extranjeros en su propia tierra?

Gracias al Partido Popular Democrático, en particular a Alejandro García Padilla, tenemos encima el yugo de la Ley PROMESA y la Junta de Supervisión Fiscal. Gracias al Partido Popular, en particular a Aníbal Acevedo Vilá, pagamos el impuesto de ventas y uso (IVU) y a pesar de los millonarios recaudos el erario público sigue desangrándose a costa del empobrecimiento del Pueblo. 

Y resaltó que su meta a corto plazo era “diseñar una estructura como si estuvieran fundando un nuevo Partido”. 

¿Para qué, Pablo José?

Él lo explicó en la asamblea:

“Facilitar la de los populares en todo Puerto Rico, movilizar el voto adelantado, reclutar funcionarios de colegio, recaudar dinero, y ganar las elecciones”.

Durante su pasada juramentación como presidente, Pablo José Hernández Rivera dijo: “Para hacer historia, necesitamos una nueva estructura, una nueva filosofía y un nuevo liderato. Para hacer historia, este partido, al igual que este país, necesita una refundación”.

Han transcurrido siete meses de un cuatrienio que será de pesadilla para Puerto Rico y esta gente ya adelanta agendas partidistas. Falta empatía y solidaridad con los electores que aún los respaldan con sus votos, cuando cada cuatro años lo que hacen es prometer para incumplir. 

Pablo José, la generación de populares que catapultó a tu abuelo Rafael Hernández Colón ronda los 80 y un poco más. Usted no puede usted aspirar a ser opción en 2028 con ambigüedades y sin sintonizar con la gente joven que aún cree que el País es rescatable, pero no desde el eufemístico ELA, que hoy ustedes celebran, pero que después del caso Sánchez Valle es un chiste de mal gusto.

En 2028, si queda Planeta, si aún existe Estados Unidos como imperio y si Jenniffer no ha renunciado a la gobernación, Pablo José proyecta aspirar a la gobernación y convertirse en el nuevo gobernador de la colonia, si es que en el ínterin Donald Trump no la vende o incorpora como estado para joderla como a Hawaii.

Finalizamos este Editorial con las palabras de la pasada secretaria general del Movimiento Victoria Ciudadana y a quien usted derrotó ampliamente, Ana Irma Rivera Lassén:

“Un joven que adopta los discursos y tácticas del pasado no representa el futuro de Puerto Rico. La pava no está de moda; lo que está de moda es romper con los discursos divisorios y abrazar la diversidad”.

Puerto Rico, aceleradamente gentrificado y vendido, va jalda abajo. En 2028, si queda País, ¿los electores depositarán su confianza y esperanzas en Pablo José Hernández Rivera y el anacrónico PPD? ¿Seguirá tocando con manos de seda el abuso del PNP y la acomodaticia hipocresía del PIP?

Sobre este y otros asuntos Prensa Sin Censura quisiera entrevistarlo, pero sus publicistas lo protegen.

¡Ni el anillo episcopal lo salvará, como lo canta Macabeo, de la maldición colonial!

Pablo José Hernández Rivera, a la derecha, durante una reunión con la Asociación de Alcaldes. (Suministrada)

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