Con eco en el jazz la obra cumbre de Gabriel García Márquez

Cultura

JAIME TORRES TORRES

Prensa Sin Censura

Uno de los sucesos discográficos de 2025 es el lanzamiento del disco “Un Mundo en Soledad” del saxofonista Darryl Yokley y su banda Sound Reformation, que integran los maravillosos hermanos de ascendencia boricua Luques y Zaccai Curtis.

Editado por la cooperativa discográfica Truth Revolution Recording Collective, Yokley inspira su nuevo álbum en la célebre novela “Cien Años de Soledad” del fenecido Premio Nobel de la Literatura, Gabriel García Márquez.

“Un Mundo en Soledad” combina el jazz con la literatura y la poesía. Este medio independiente entrevistó a Darryl Yokley en el programa radial Trinchera Cultural y documentamos en prensa digital el contenido de la amena charla con este músico de gran sensibilidad.                            

Entrevista

Prensa Sin Censura: ¿Cómo surge el concepto de “Un Mundo en Soledad?

Darryl Yokley: “Yo leí la novela por primera vez cuando yo tenía 17 años y la novela me enamoró de las personas, los eventos, la historia, y especialmente la magia que Márquez utilizó. Fue la primera vez que leí un libro de mágico realismo y fue muy interesante leer una novela que tiene eventos reales narrados con sucesos cotidianos. La experiencia abrió un mundo de posibilidades de narración de historias y el mundo del arte.  Desde esa época he leído Cien Años de Soledad cinco veces y la disfruté cada vez. Yo he descubierto algo nuevo cada vez. Entonces, en 2014, yo empezaba a pensar sobre la novela y cómo podría desarrollar el concepto de convertir la novela a la música. Primero compuse Macondo y las demás composiciones siguieron en los años siguientes”.

PSC: ¿Cómo impacta su sensibilidad e intelecto la obra de Gabriel García Márquez?

DY: “Leer cualquier novela de Márquez es difícil. Se necesita prestar atención a los detalles pequeños y se necesita paciencia. Pienso que leer Cien Años de Soledad me enseñó sobre la cultura de Colombia y Latinoamérica en general. Mi mamá es mexicana y puedo relacionarme con la cultura de Colombia a causa de los eventos que descubre Márquez en la novela. Todas las culturas latinas son similares y cuando leí Cien Años de Soledad entendí esta sensación por primera vez en mi vida. Fue una revelación para mí en mi juventud. Desde entonces pude relacionarme con más amigos porque entendí que teníamos más en común de lo que pensé inicialmente. Supongo que se podría decir que la historia comenzó a moldear mi sentido de identidad como latino. En cuanto a cómo el libro me ayudó a formarme intelectualmente, lo hizo a muchos niveles. Primero y principalmente, me retó a seguir la cronología de la historia, algo muy difícil cuando los nombres de los personajes son tan similares.Luego, leer entrelíneas y extraer el significado de los eventos y los simbolismos. Eso fue y sigue siendo un desafío, ya que sigo encontrando nuevos significados cada vez que leo el libro. Luego, cuando decidí emprender este proyecto, investigué mucho para aprender sobre la historia, los personajes, sobre el propio Márquez, su vida y cómo todo esto se manifestó en Cien Años de Soledad. ¡Y esto fue solo para entender la novela! La historia también me impulsó a investigar sobre la música tradicional colombiana para poder incorporar un elemento de autenticidad cultural a la música. Como pueden ver, leer Cien Años de Soledad me obligó a reflexionar sobre muchas cosas”.

PSC: ¿Cómo la literatura y el jazz se complementan?

DY: “Los dos son lo mismo por la mayor parte. Ambos utilizan palabras y frases y el contexto es diferente pero la lengua es la misma exactamente. Con literatura se lee las palabras y puede interpretarlas y en el caso de jazz se oye la música y puede interpretar los sonidos. En el caso del jazz, los músicos están «escribiendo» las palabras al mismo tiempo que se las hablan.  No hay proceso de edición. En el caso de la literatura, los escritores están «componiendo» la música en cámara lenta y pueden editar sus pensamientos. Wayne Shorter lo dijo mejor:“La composición es simplemente improvisación ralentizada y la improvisación es composición acelerada”. Ambas formas de arte requieren imaginación tanto del creador como del público”.   

PSC: ¿De qué forma le inspiran trabajos como “Agua de Luna” de Rubén Blades y “Rayuela” de Miguel Zenón que han incorporado la literatura a la música?

DY: “Sin duda, me esfuerzo por mantenerme al día con lo que hacen mis contemporáneos y lo que impulsa su creatividad. Me fascina cómo cada uno de nosotros puede inspirarse en el mismo medio artístico y generar diferentes interpretaciones sobre cómo abordarlo. Mi inspiración proviene de los conceptos de sus proyectos, pero nunca intento copiar su sonido. Por ejemplo, recuerdo haber escuchado el álbum Alma Adentro de Miguel Zenón y escucharlo me influyó en mi segundo álbum, donde compuse música para un quinteto de doble batería y un conjunto de viento de doce piezas. Así que me inspiro más en las ideas y conceptos implementados por otros artistas que en intentar imitar sus sonidos”.

PSC: ¿Qué impresiones le merece la labor de los hermanos Curtis, en particular en la interpretación de la bomba puertorriqueña?

DY: “Los hermanos Curtis son increíbles y hemos sido buenos amigos por más de diez años. Tengo mucha suerte de tenerlos no solo como amigos, sino también como compañeros de banda. Su conocimiento de la música latina tradicional, el jazz latino y el jazz es una fuente invaluable de referencia para mí en todos los aspectos, pero particularmente en este proyecto, ya que sus aportaciones y sugerencias fueron fundamentales para el desarrollo de la música de Un Mundo en Soledad. No hay muchos artistas que puedan cruzar los mundos del jazz y el jazz latino y la música latina con facilidad, pero ellos lo hacen con mucha fluidez y es increíble presenciarlo y, a veces, formar parte. Luques, en particular, fue quien empezó a enseñarme los diferentes ritmos de la música latina. En cuanto a su interpretación de la bomba puertorriqueña, es muy moderna y creo que es resultado de la mezcla de los diferentes estilos que mencioné antes. Tienen un profundo conocimiento de la tradición de cada uno de estos estilos musicales, lo que les da la libertad de reinterpretar el lenguaje, por así decirlo”.

PSC: ¿Hay conciertos en agenda?

DY: “Tenemos conciertos en agosto y septiembre en Nueva Jersey y Nueva York. El concierto en Nueva Jersey será en la biblioteca de Englewood el 7 de agosto y el concierto deseptiembre será en Smalls Jazz Club. Espero que salgamos de gira a finales de año para presentar el proyecto en la Costa Oeste. Luego, llegaremos a 2026, que creo que será un buen año para nosotros y el proyecto”.  

PSC: ¿Dónde se consigue el disco?

DY: “Se puede comprar el disco por Bandcamp y iTunes. Hay otras plataformas, pero estas son las mejores, especialmente Bandcamp, porque la mayor parte de las ganancias de las ventas se destina directamente a artistas como yo. También estoy preparando una versión en vinilo del álbum que saldrá a finales de este año. Será la primera grabación de mi música en vinilo, así que estoy muy emocionado. Se venderá a través de mi propio sello discográfico, D-Yokes Records. Todavía tengo algunos planes para este proyecto”.

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