Gentrificación–Comunidad
Nota del Editor: Como parte de la cobertura de Prensa Sin Censura de la política de declaración de estorbos públicos y aviso de expropiaciones del gobierno estatal y municipal, gracias a la señora Sigrid Piñero, residente de Ocean Park, abordamos otro ángulo del asunto: la insistencia de corredores de bienes raíces que envían cartas a dueños de hogares con la intención de comprarlos para venderlos a nuevos clientes interesados en establecerse en Puerto Rico. La señora Piñero autorizó a este medio independiente sin fines de lucro a publicar lo dilucidado en sus redes sociales como orientación a otros ciudadanos sutilmente presionados para vender sus propiedades.
Sigrid Piñero
Prensa Sin Censura
“¡Hoy recibimos 4 cartas de este corredor; Sr. Eduardo Sánchez. Este nos pide explorar la posibilidad de vender nuestro hogar porque tiene dos candidatos calificados que están buscando mudarse a Ocean Park para estar cerca de sus familias. ¡De sus familias! Y que nuestro hogar “matches the search criteria for this buyers” [“Coincide con los criterios de búsqueda de estos compradores»]
Con el mayor respeto, pero con aún mayor cansancio, comparto la carta que le envié al corredor Eduardo Sánchez en respuesta a una de esas tantas misivas que llegan a nuestros buzones, pretendiendo que nuestras casas son simplemente piezas de inventario faltante.
Esta vez fue una carta formal. Otras veces es una tarjeta. A veces, un DM (mensaje directo al inbox) disfrazado de “orientación”.
Pero el patrón es el mismo: nos ven como una lista de propiedades, no como hogares habitados por familias reales.
Le escribí en perfecto inglés, con la esperanza de que —más allá del “marketing script”— algo le llegue a los escrúpulos. Porque no hay letrero de “Se Vende”, no hay intención de vender, y si la hubiese, sabemos perfectamente a quién llamar. A familia, a colegas de confianza, a gente con conciencia.
“Este tipo de mensaje refleja una mentalidad que trata nuestros hogares como objetivos abiertos para la especulación en lugar de espacios sagrados arraigados en la comunidad, la cultura y el legado”.
Estamos agotados de esta forma de abordaje que ignora por completo el contexto social, económico y emocional en el que vivimos. Ocean Park, Condado, Isla Verde… no son catálogos. Son comunidades vivas, y no queremos seguir recibiendo cartas que nos empujan, directa o indirectamente, a dejar nuestras casas.
Aquí les comparto la carta [Prensa Sin Censura la tradujo]. Que sirva como testimonio y también como llamado al respeto, la empatía y el buen juicio.
Estimado Eduardo:
“Recientemente recibimos sus cuatro cartas y, con el debido respeto, nos sentimos obligados a responder.
Si bien puede estar pensado como una oferta de servicio profesional, el mensaje parece ofensivo, impersonal y completamente desconectado del contexto humano y social de comunidades como Ocean Park.
Usted afirma que está ayudando a dos compradores calificados y que nuestra casa «coincide con sus criterios de búsqueda». Déjame ser claro: ninguna de nuestras propiedades tiene un cartel de «En venta», ni estamos solicitando ofertas. Y si en algún momento estuviéramos interesados en vender, tenemos familiares reales y amigos cercanos en la industria inmobiliaria, personas en las que confiamos y que con gusto nos pondríamos en contacto directamente.
Este tipo de mensaje, que sugiere implícitamente que deberíamos considerar vender no porque queramos, sino porque le falta inventario, no solo se siente presuntuoso, sino profundamente ofensivo. Refleja una mentalidad que trata nuestros hogares como objetivos abiertos para la especulación en lugar de espacios sagrados arraigados en la comunidad, la cultura y el legado.
En un vecindario como Ocean Park, bajo la constante amenaza de desplazamiento debido a la especulación, el exceso de Airbnb y la presión incontrolada del mercado, este tipo de enfoque no se siente como alcance. Se siente como una forma sutil de intrusión, incluso de agresión.
Si estás realmente interesado en trabajar en Puerto Rico con integridad, te animo a:
• Reconsidere el tono, el vocabulario y las suposiciones detrás de su marketing.
• Reconocer el desplazamiento continuo y la violencia económica que muchos de nosotros estamos experimentando.
• Evite las fórmulas que reducen nuestras casas a «brechas de inventario» para llenar.
• Muestre empatía real escuchando primero, sin ofrecer soluciones a problemas que no hemos declarado.
Como profesional con licencia, su función conlleva poder y responsabilidad. Espero que reflexione sobre cómo ese papel puede contribuir a la erosión de nuestras comunidades o a su preservación.
Te deseo éxito, pero también una conciencia más profunda del impacto que tus palabras y acciones pueden tener en aquellos de nosotros que todavía luchamos por permanecer en nuestros hogares, no porque no podamos irnos, sino porque elegimos quedarnos”.




