El récord de una expropiación anunciada en la Comunidad Carrasquillo de Cayey

Opinión

Rhina M. Jiménez

Periodista Independiente

A finales del año 2012, alrededor de 50 familias de la Comunidad Carrasquillo recibieron una carta del Municipio de Cayey, firmada por el alcalde Rolando Ortiz Velázquez, indicando la intención de adquirir sus propiedades.

Dicha carta especificó lo siguiente: “El Municipio de Cayey está facultado para llevar a cabo procesos de adquisición, ya sea por medio de compraventa o expropiación con el propósito de Revitalizar y Promover el Desarrollo Económico y Urbano. Por tal razón le informamos que comenzaremos la adquisición de su propiedad según aplique, para viabilizar la construcción del ambicioso Proyecto en su Primera Fase.”

El proyecto al que se refiere dicha carta es uno llamado “Construcción Transporte Colectivo Cayey-San Juan”, cuyo propósito era “ensanchar las vías existentes para mejorar el acceso y así reducir el flujo vehicular actual.”

Al día de hoy, a más de diez años de entregadas esas cartas, el proyecto nunca se realizó. Solamente se ensancharon los carriles en una distancia aproximada de 500 a 800 metros desde la Carr #1 hasta la Ave.Fernández García. El proyecto de transporte colectivo Cayey-San Juan tampoco se realizó.

Sin embargo, lo que sí se hizo fue la adquisición mediante compraventa o expropiación de las viviendas. Las familias residentes fueron desplazadas y sus viviendas derrumbadas. Actualmente los terrenos se mantienen en desuso. Las únicas dos estructuras que se salvaron de la demolición fueron unas deshabitadas, claramente estorbos públicos. Esas siguen en pie y son mantenidas por el Municipio de Cayey como parte de un nuevo plan, que alegadamente consistirá de un presunto parque urbano, el cual fue promovido por el Municipio con pancartas gigantes en los terrenos aún vacíos. 

Durante los años 2013 y 2014 los vecinos de la Comunidad Carrasquillo lucharon en contra del desplazamiento y las expropiaciones, pero aún así vieron sus casas destrozadas por maquinaria pesada. Ellos hoy día ven un enorme lote de terreno vacío; tan vacío -según nuestra opinión editorial- como la justificación que utilizó el Municipio para obligarlos a vender.

Se recordará que las casas derrumbadas estaban en buenas condiciones; parte de ellas construidas con el sudor de la frente de varias generaciones de familias trabajadoras. 

Con la herida del desplazamiento que aún sienten sin sanar, vecinos de la Comunidad Carrasquillo volvieron a recibir en marzo del 2025, una carta de parte del Municipio de Cayey. La misma indica la “intención de adquisición de propiedad” y establece “según los poderes que le confiere la ley” que el municipio ha evaluado la adquisición de esa propiedad. Incluye una invitación a los dueños afectados para “orientarlos sobre el proceso” de compra. Si bien la carta no incluye la palabra “expropiación”, hace hincapié en la importancia de la cooperación de los dueños en dicho proceso. 

Interesantemente ambas cartas, la de “compraventa/expropiación” del 2012 y la de “intención de adquisición de propiedad” del 2025 terminan con la siguiente oración:

“Le solicitamos su cooperación para poder llevar a cabo nuestro proyecto, el cual redundará en beneficio para todos e incidirá en una mejor calidad de vida para los cayeyanos”. 

¿Acaso esta oración no es suficiente para revivir el trauma de la pérdida de todas las viviendas demolidas hace más de 10 años? ¿Qué garantía tienen los vecinos que recibieron la carta ahora en el 2025 de que no les pase lo mismo que a los que expropiaron en el 2012? El hecho de que la carta no mencione la palabra “expropiación” no les garantiza a los dueños absolutamente nada. Los vecinos de la Comunidad Carrasquillo están organizados y tienen claro que no quieren vender sus propiedades.

Sin embargo, tienen una propuesta para crear un parque urbano en el área previamente expropiada, sin necesidad de vender ninguna propiedad adicional. Pero la misma ha caído en oídos sordos. 

Lo más lamentable es que todavía es la hora que, los cayeyanos no han disfrutado del beneficio producto de las expropiaciones y demoliciones de la década pasada. A pesar de que los dueños “cooperaron para llevar a cabo el proyecto”, por el bien común.

Sin embargo, al cierre de esta edición el alcalde de Cayey, Rolando Ortiz Velázquez, reaccionó a las publicaciones de Prensa Sin Censura divulgadas también en las redes sociales de este medio independiente en el sentido de que «no se le expropiarán sus viviendas» a los residentes de la Comunidad Carrasquillo y que «todas las propiedades abandonadas serán adquiridas».

¿Se dice o se contradice el alcalde Rolando Ortiz Velázquez?

Nota del Editor: a las 8am analizaremos este asunto en el noticiario De Frente con la Verdad de Prensa Sin Censura por la radio digital prensasincensura.mixlr.com