Imagina haber llegado a prisa a tu trabajo después de un tapón y de dejar a los nenes en la escuela. Imagina que eres de las tantas maestras que nos quedamos pilladas ante la eliminación de nuestro derecho al retiro e imagina también que te ausentas porque tienes que llevar a tus padres adultos de edad avanzada a una de esas citas médicas de calendario.
Ahora imagina, que llegas a tu trabajo para ponchar y hacer el trabajo más importante para cualquier país: educar a la ciudadanía…y te encuentras con lo que documentamos y denunciamos en la imagen de la sección Una Foto Habla Por Sí Sola. ¿Quién se atreve a ser tan agresivo con las personas que «supervisa? ¿Quién siente la impunidad de humillar a decenas de docentes? Nos alerta que el acoso laboral sea la orden del día en nuestros centros de trabajo. Aunque el Departamento de Educación tiene el mandato de erradicar el acoso laboral y la Ley 90 le ordena a cumplir con protocolos y reglamentos, la realidad es otra.
¿Será posible tolerar el acoso laboral como algo normal o como los «gajes del oficio»?
Decimos NO.
María del Toro López
Maestra Jubilada
Prensa sin censura 