Cultura
JAIME TORRES TORRES
Prensa Sin Censura
Hay quien dirá que la primerísima comediante y actriz puertorriqueña Marian Pabón hace del agrio limón una dulce limonada.
NO.
Su ‘Stand Up’ “Más fuerte que nunca” es una valiosa y trascendental aportación social a las tablas porque aborda desde la comedia un tema cuasi prohibido: el cáncer.
Y si se trata de la Mujer, el cáncer de mama o seno, que con los exámenes recomendados periódicamente por los expertos se puede enfrentar con enormes posibilidades de triunfo, no pocos lo miran con optimismo.
La comediante, que publicó videos de aeróbicos para vivir en salud y que siempre cuidó de su dieta controlando su peso, enfermó de cáncer de seno después de la pandemia.
Desconocemos si sometió su cuerpo a la inoculación experimental que hoy causa estragos, pero en medio de una intensa agenda de trabajo tuvo la gallardía de asumir su responsabilidad ante un diagnóstico positivo.
Su ‘Stand Up’ “Más fuerte que nunca” es ‘entretenimiento’ a conciencia. Un culto a la carcajada que se dispara de una mente consciente-subconsciente que alambra que el optimismo y la disciplina son fundamentales para prevalecer sobre la mortal y epidémica enfermedad.
Sin dorar píldoras, Marian Pabón cuenta el infierno de los efectos de las quimioterapias, insospechados por demás, pero que sobrellevó y superó gracias a sus ganas de vivir.
La puesta en escena “Más fuerte que nunca” es una oda al empoderamiento y la esperanza en la adversidad ADVERSA del diagnóstico, en su caso, de Her2, agresivo e invasivo que en años recientes era incurable.
Marian satiriza y se le ríe en la cara al cáncer de mama, iniciando con la memoria de cómo se dice y maldice la mortal enfermedad en distintas culturas y lenguas.
La magistral puesta en escena en Bellas Artes de Caguas, si consideramos los estragos que causa el cáncer post COVID, es digna de representación en todas las salas del País.
Marian narra sus experiencias con su compañero Ronald; los efectos de la quimioterapia tras el resultado del MRI [estudio de resonancia magnética con contraste] y con la mastectomía de ambos senos y las complicaciones con una bacteria.
El texto, pintando con el verde del humor el gris de la desesperanza, integra memorias de la fe de las personas y su respaldo con los rosarios que le regalaron; su experiencia con su equipo médico y la sanadora presencia de su sato Roque; los signos de los dos infartos de su padre, el reconocido director Mario Pabón, que la llevaron a posponer su boda dos veces y la cercanía de sus entrañables amigas Susette Bacó y Cristina Soler, presente en la función de domingo 9 de marzo en Bellas Artes de Caguas.
En una entrevista, el Dr. Ismael Torres dijo a este medio que el 50% de la victoria ante un diagnóstico de cáncer depende de la actitud positiva del paciente.
Sin dorar píldoras, Marian Pabón cuenta el infierno de los efectos de las quimioterapias, insospechados por demás, pero que sobrellevó y superó gracias a sus ganas de vivir.
Con el complemento de una pantalla digital en que proyectó textos y fotos de personas muy significativas en él proceso de su enfermedad, al final de la puesta sólo bastó un gesto de esperanza: su interpretación [porque le sobra experiencia en musicales] de la melodía “Smile” que desde 1954 se conoce en la voz de Nat King Cole y que compartimos aquí.
Marian Pabón, en marzo, mes de la Mujer, dio cátedra de voluntad para VIVIR y SONREÍR a pesar de las muecas de la mortal enfermedad.









