Abismo: ‘Te pido, suplico y ruego tu perdón’

Nota del Editor: Con la publicación de la siguiente composición literaria estrenamos la sección Musas, en que recibiremos a poetas de Puerto Rico y del exilio boricua en Estados Unidos. Iniciamos con el poeta Ignacio Morales Borges, del Instituto de Bellas Artes y Estudios Universitarios del Complejo Correccional de Bayamón.

Musas

Por Ignacio Morales Borges

Anoche tuve un confrontamiento con Jesús.

Le presenté mis inquietudes esperando obtener la explicación inmediata para todo.

Él, simplemente, escuchó mis palabras.

Yo estaba cayendo; era un abismo insondable que no me permitía mirar hacia abajo para conocer su final. Era una incertidumbre que sobrepasaba todo sentimiento angustioso.

Mientras caía a una velocidad como supersónica, mis ojos derramaban lágrimas de sangre.

¿Por qué? –preguntaba.  ¿Por qué permites que sufra de esta manera y no terminas con esto de súbito?

Necesito saber porqué he desperdiciado la vida sin amar y ser amado, sin siquiera conocer.

No me digas que todo esto es el resultado de ser un hombre pecador porque es conjetura que conozco desde siempre.

Pero tú eres Dios, eres Dios y todo es posible para ti cuando asi es tu deseo. Entonces, déjame vivir. Permíteme vivir y te prometo que buscaré cómo lograr que decidas redimir mis pecados y amaré a todos por igual. Permíteme pedir perdón; perdóname por haber sido un hombre tonto, engreído , presumido, cruel y egoísta. ¡Perdóname Dios!

Te pido, suplico y ruego tu perdón, antes de que mi cuerpo, mis palabras y mi corazón alcancen el final de este abismo.