Mirada de un musicólogo al cancionero revolucionario

ALEXIS MORALES CALES

Musicólogo e Historiador

Trato de rastrear la música de mensaje social, hasta la antigüedad. Aunque la veo desde el tiempo de los juglares y los cantares de las antiguas vilas, es más evidente desde el siglo 19 y en el folclor. En Corozal me contaban que el Vals de la guinea era una parodia de los bailes de sociedad, y que lo comenzaban diciendo: Trastea, trastea, que así baila la guinea.
 
Una muestra rara de ese género lo encontramos en una grabación hecha por el antropólogo Alden Manson en Caguanas, Utuado. La guaracha El chino, cantada por vecinos del barrio acompañados con cuatro y guitarra de cuerdas de tripa. La guaracha en principio parece una canción jocosa. Al examinar la letra en tiempo y lugar, encontramos lo siguiente. Habla de un chino que vendía comida y que era objeto de lo que ahora llaman bullyng. O sea, en 1914 en el centro de la Isla, había xenofobia. En cuanto al chino, entendemos su presencia sabiendo que cientos de obreros de esa etnia trabajaron en la construcción de la carretera central y en diversas obras como puentes y murallas. 

Estos chinos eran conocidos por su habilidad como cocineros. (La grabación original contiene cientos de canciones y narraciones, y fue digitalizada por Orlando Laureano, del Conservatorio de Música). Otra copia digitalizada la tiene un profesor de la UPR en Utuado, de apellido Hernández.
 
Ya en la era del disco, vemos a nivel internacional una buena cantidad de canciones de mensaje social.
 
La cocainómana, Miguel Matamoros, 1934. Saca a la luz el uso de drogas entre la clase media alta en ese tiempo.
Quién tiró la bomba, Matamoros 1935. Alerta del peligro de los atentados en lugares públicos durante protestas.
A mis amigos, Matamoros, años 30. Revela el espíritu materialista del siglo XX que erosionaba los valores como la amistad.
 
Entre el tango y el bolero, hubo muestras de mensaje social:
Por una cabeza, Carlos Gardel. Presenta la afición a lasa puestas y la lucha inútil de un apostador por dejar el vicio.
Cambalache, Enrique Santos Discépolo, 1934. Describe el deterioro social del siglo XX.
El bambú, Davilita. Expresa la frustración del cantautor por la forma en que los puertorriqueños se resignaban a vivir con los males de su país sin hacer nada por mejorar.
 
En el repertorio navideño también hay canciones con mensaje social:
Lamento de Navidad, Sylvia Rexach, 1952. Describe el contraste social evidenciado durante las fiestas de fin de año.
Los reyes no llegaron, Esteban Taronjí, 1952. Desde el mismo título se nota el mensaje.
Niño Jesús, Roberto Arundel, 1984. Aunque recordada como éxito navideño, en esencia es una crítica parecida a la de Sylvia Rexach. En privado, el autor me dijo que la letra original era más directa y fuerte, pero le recomendaron revisarla para que pudiera tocarse en radio.
 
En la música de salsa, hay letras con mensaje que no siempre son bien entendidas:
 
Guaguancó triste, Rubén Blades, 1964. Es un lamento por la confrontación en la Ciudad del Canal, y la tragedia nacional causada por los hechos. Casualmente en Puerto Rico se hizo muy popular con Bobby Cruz y Richie Ray en 1971 tras los sangrientos sucesos en la UPR.
Presidente Dante, Frankie Dante, 1969. El autor se refiere al sufrimiento causado por la Guerra de Vietnam.
Éxodo boricua, Germán Rosario, 1963. Advierte sobre los puertorriqueños que emigraban en masa creyendo que en Nueva York encontrarían la tierra prometida.
 
En la Nueva Ola se sintió también el mismo sentimiento de ansiedad por la crisis social:
Los ángeles descalzos, Alfred D. Herger 1969. Trae a colación las caravanas de migrantes y la tragedia de los niños en estas.
Mi casa es el mundo, grabada por Rosa Haydee en 1970. Resume los males sociales, sobre todo el racismo y el clasismo.
Rosas en el mar, Massiel, 1967. La búsqueda de una mejor sociedad.
Toma la piedra, deja la flor, Massiel 1968. Apoyando las protestas en Europa.
Me está ganando una pena, Patxi Andion
 
 La Nueva Trova tuvo presencia fuerte de mensaje social:
 
Yahuba, Haciendo Punto. Crítica del marginamiento de la música folclórica.
El arriero, Atahualpa Yupanqui. Ilustrando las diferencias sociales representadas en la industria ganadera.

Y hay muchas más que comentaremos en un libro que tenemos en proceso.

Atahualpa Yupanqui. Foto/El Clarín

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