Sr. Carlos Ruiz
Director Ejecutivo
Instituto de Cultura Puertorriqueña
En los pasados años, en nuestro Instituto de Cultura Puertorriqueña se han tomado
decisiones, ya sea por acción o inacción, que han puesto en riesgo el verdadero propósito para el cual fue creado. Hoy, lamentablemente estamos viendo como otras personas quieren aprovecharse de las circunstancias en las que se encuentra el ICP para justificar su total desaparición y convertir nuestra cultura en un producto de consumo.
Con esos propósitos se ha radicado el Proyecto del Senado 0273, que propone transferir y trastocar nuestra estructura programática, convirtiéndola en una oficina dentro de una sombrilla.
Ante las circunstancias que nos encontramos que presentan el Proyecto del Senado No. 0273, que propone transferir las funciones del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) al Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), los empleados de carrera del ICP reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la defensa del legado de Ricardo Alegría y la permanencia de la Ley 89 de 1955.
Esta medida pone en riesgo la misión del ICP y, con ella, la protección y fortalecimiento de nuestra identidad cultural.
Durante ya casi setenta años, empleados de carrera, la comunidad cultural y el pueblo de Puerto Rico han sostenido esta institución contra viento y marea.
Lucharemos con firmeza para garantizar la continuidad del ICP y la permanencia de la Ley 89 de 1955, con miras a su fortalecimiento, pero nunca a su derogación.
Marisel Flores Carrión
No permitiremos su desmantelamiento. En la exposición de motivos del proyecto, el presidente del Senado señala las debilidades del ICP y las críticas que ha recibido de diversos sectores, argumentando la necesidad de fortalecer su capacidad para preservar el patrimonio histórico edificado y atender reclamos legítimos de trabajadores y ciudadanos.
Sin embargo, los empleados de carrera no somos responsables de estas deficiencias ni debemos asumir sus consecuencias. Nos preocupa, además, que en su reciente comunicado no se haya mencionado a los más de 112 empleados directamente afectados por esta propuesta.
Durante los últimos ocho años, la gestión del ICP ha priorizado la proyección institucional, mientras la preservación del patrimonio cultural ha enfrentado grandes retos. La posible transición al DDEC confirma un temor largamente expresado: la pérdida del ICP como ente de protección cultural.
La defensa del ICP es una causa que trasciende cualquier gestión administrativa y proyección personal. Como director de la institución, lo mínimo que se espera en este
momento histórico, es que asuma un rol activo en la protección de la cultura y el
patrimonio puertorriqueño.
Por nuestra parte, lucharemos con firmeza para garantizar la continuidad del ICP y la permanencia de la Ley 89 de 1955, con miras a su fortalecimiento, pero nunca a su derogación.
Atentamente,
Marisel Flores Carrión
Presidenta
ProSol-UTIER Capítulo ICP
Presidenta
ProSol-UTIER Capítulo ICP.
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