La Plena: cenicienta de las Fiestas de la Calle San Sebastián

JAIME TORRES TORRES

Prensa Sin Censura

Leer, atónitos, a cuánto ascienden los honorarios de artistas como Carlos Vives, Olga Tañón, La India y Elvis Crespo por sus presentaciones este pasado fin de semana en las Fiestas de la Calle San Sebastián es un escándalo cultural cuando se observa lo que cobraron los exponentes de la plena, género que tradicionalmente forja el espíritu e identidad de estas celebraciones.

Este medio agradece la valentía de la periodista Graciela Rodríguez Martinó al revelar, según consta en la página digital del Contralor de Puerto Rico, lo que le costó al erario público la programación sólo en la Plaza del Quinto Centenario. [Hay demasiado sucediendo en el País y mañana, tras el feriado de Luther King, de seguro trascenderán los desembolsos a los artistas que desfilaron por las otras tarimas].

Lo que sí es objetable son los bajos honorarios a los exponentes de la plena y el folclor en general.

Con lo que se pagó al colombiano Carlos Vives por su show de vallenatos [$295, 750.00] se le pudo pagar al Grupo Esencia, los Pleneros del Truco, los Pleneros de la Cresta, que se han ‘rankeado’ junto a Bad Bunny, Harry Sebastián y Golpe de Plena, Billyvan y sus Pleneros, Jerry Ferrao y otros exponentes de la plena y la bomba, incluso del folclor en general.

Es indignante leer que tanto Plena Libre como Plenéalo recibieron $6, 500.00, cuando la plena es el alma de la Calle San Sebastián.

Lo más triste es la ausencia del Grupo Esencia, con 30 años de trayectoria, nominaciones al Grammy Latino, el disco del año, viajes a Francia y participación en el especial del Banco Popular.

“Todos los años a través de la oficina de nosotros hacemos llegar nuestra propuesta que la envía nuestra relacionista Lidda García . Ya son tres décadas que tiene el grupo. Llamamos a la oficina del municipio. Es como una pared. Envías la información a la oficina del alcalde [Miguel Romero] y a la división de Cultura y de ahí no se pasa”, dijo a Prensa Sin Censura el veterano plenero Ángel ‘Papote’ Alvarado, cuyas declaraciones son también como gestor cultural ya que en La Cuarta en Ponce por 25 años ha producido a través de la autogestión el Festival Nacional AfroCaribeño.

“La plena y nuestra bomba, al igual que la música típica, son los géneros peores pagados. A nosotros se nos debe pagar $10 mil si vemos lo que se le paga a otros”.

Aparte del irrespeto de la administración municipal de San Juan al movimiento plenero de Puerto Rico, la otra causa de la humillación a nuestros géneros es la Ley de la Música Tradicional Autóctona Puertorriqueña, que aparte de ser letra muerta en no pocas instancias limita el presupuesto anual a un 10% en actividades financiadas con fondos públicos, lo cual es una centavería por no decir una miseria.