Vox Populi: ‘Los montes de Cayey se han llenado de terratenientes gringos’

Pablo Hernández Mejías

Cayey, PR

“Soy de Cayey y amo a mi pueblo y a su gente. Me preocupa algo y quisiera estar equivocándome. Veo un pueblo que puede morir de éxito y va con el acelerador pisao hasta el fondo.

Una vez hablando con el Alcalde, me comentó que a él le gustó mucho el concepto de rotondas que había en España y él lo quizo incorporar en Cayey.

Honestamente no sé si en Europa han destruido todos los barrios de los pueblos para construir rotondas como pasó y sigue pasando en Cayey. El centro de Cayey se convirtió en un pueblo con rotondas pero prácticamente sin barrios, particularmente los barrios más desfavorecidos por la pobreza. Puedo recordar San Cristóbal, la barriada Vieques y Nueva Guinea. 

“Lo problemático lo encuentro en que el alcalde ha convertido estos espacios culturales en un artefacto personalista y politizado y se ha comenzado una campaña de turistificación masiva que no encuentra ningún tipo de resistencia, si no más bien aplausos de foca”. 

Pablo Hernández Mejías

Cayey ha tenido un repunte cultural innegable, sobre todo gracias a la Casa de la Música, que con el trabajo de sus voluntarios han hecho una labor encomiable de preservación de la memoria musical del pueblo, además de gestionar un espacio de encuentro para melómanos y músicos de Cayey y áreas limítrofes.

Lo problemático lo encuentro en que el alcalde ha convertido estos espacios culturales en un artefacto personalista y politizado y se ha comenzado una campaña de turistificación masiva que no encuentra ningún tipo de resistencia, si no más bien aplausos de foca. 

Ya en el centro de Cayey no quedan fondas, excepto la de Mendoza y la de Diego. No le estoy tirando la mala a los restaurantes, al contrario, a muchos de ellos los auspicio y los considero mis amigos. Lo que quiero señalar es la falta de alternativas más económicas como siempre existieron, quiero señalar la sanjuanización de los precios en el centro del pueblo e incluso hasta en la propia ruta del Chinchorreo, donde un Absolut ahora te lo venden en muchos sitios a ocho dólares. 

Se está promoviendo el turismo desmedido y ya los montes de Cayey se han llenado de terratenientes gringos y de lujosos Airbnbs. ¡Anda y ve a comprar un terreno a ver si no te van a pedir el dinero en efectivo!

Acabo de ver un patético anuncio de un Airbnb en el centro de Cayey promocionándolo porque fue donde se quedó Bad Bunny. Nada más paradójico, que el tipo que acaba de hacer una obra maestra de disco, en el que hace una crítica a la gentrificación y la turistificación que vive el país, precisamente se use su visita al pueblo y a la Casa de la Música para acelerar el proceso de turistificación y la creación de más Airbnbs. 

Al alcalde, que tanto le gusta aprender de lo que hacen en Europa, que también mire como comunidades desde las Islas Canarias, las Islas Baleares, Barcelona, Lisboa, Oporto y Madrid han tenido que movilizarce en contra del turismo desmedido que los ha desplazado de sus comunidades por el aumento del costo de vivienda y de los alquileres. Hay dos fórmulas posibles: vivir del turismo o vivir para el turismo.

Le ruego a la Virgen de la Merced y a San Isidro Labrador estar equivocado, pero veo en un futuro cercano un Pueblo Resort”.

Imagen/Fotoperiodista Rhina M. Jiménez

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