Editorial
JAIME TORRES TORRES
Prensa Sin Censura
Después de Navidad el licenciado Luis Abreu Elías y los abogados Guillermo Ramos Luiña (herencias), Graciela Pintado (derechos de autor), José Alberto Quiñones López (declaratoria de herederos) e Ivelisse Cartagena (propiedad intelectual) retomarán el asunto del uso de la composición “Las manos del campo” de Antonio Cabán Vale ‘El Topo’ por la campaña de la gobernadora electa Jenniffer González.
En un País de memoria corta, en el que se pasa la página con facilidad, es menester traer a colación este hecho por considerarse uno de los escándalos culturales de 2024.
Sí, como las fiestas en la sede del Instituto de Cultura Puertorriqueña y las cajas de ron que al día siguiente amanecieron en sus inmediaciones; como el descuido [y cierre a finales del 2023] del Archivo General de Puerto Rico; como la reunión de Ricky Rosselló y su equipo en el Museo de los Mártires en Coabey, Jayuya; como el uso, hace exactamente un año, de la composición de Tony Croatto “Yo habito una Tierra Luz” por la administración del saliente gobernador Pedro Pierluisi en una campaña de la Compañía de Turismo, instancias en que fundaciones e instituciones culturales del País se quedaron calladitas.
En lo que concierne a “Yo habito una Tierra Luz”, entonces , Hermes Croatto y sus hermanos Mara y Alejandro circularon unas declaraciones, parte de las que son oportunas incluir en este editorial:
“Es importante resaltar que el gobierno no tiene la culpa de eso. Asumimos que hicieron acercamiento para usar la canción y la persona que la administra dijo que sí sin importar el sentir de nuestro padre de siempre mantenerse al margen en temas políticos”.
Eso sucedió con “Las manos del campo”, composición del disco homónimo que produjo Fran Ferrer y salió en 1975, por lo que este año 2025 se conmemorará medio siglo de su lanzamiento.





A El Topo no se le consultó si autorizaba que eventualmente la campaña de Jenniffer, tras vencer a Pierluisi en las primarias el 2 de junio, usara su composición patriótica y de un profundo sentimiento nacionalista.
El Topo murió el 24 de julio de 2024 y es vox populi que una campaña a la elección se planifica estratégicamente por etapas.
Habrá que ver si hay jurisprudencia o eventualmente el caso establece un precedente porque imagínese lo que podría suceder con la misma obra “Verde luz” o con otras canciones como “Boricua en la luna” de Juan Antonio Corretjer y Roy Brown.
Prensa Sin Censura
El Partido Nuevo Progresista y sus publicistas pueden, como cualquier hijo de vecino, solicitar y pagar los honorarios de la licencia de ejecución pública o de derechos de propiedad intelectual correspondiente. Impedirlo por consideraciones político-partidistas podría interpretarse como un entorpecimiento al derecho a la libertad de expresión. Mas asimismo es prerrogativa de un poeta en vida y a la misma vez derecho de sus herederos decidir las condiciones y circunstancias en que se utilizaría tal o cual canción, en este caso “Las manos del campo”.
No dudamos que Adeliz (Adean) Cabán Butter necesitaba la autorización por escrito de su hermana Guananí y la de su hermana mayor Guanina en lo que respecta al derecho que tuvo su madre sobre la obra de su fenecido padre.
Es triste como algunos medios de programas de corte amarillista abordaron esta noticia sin profundizar en derecho y buscando ‘rating’ enfocaron el asunto como un chisme y trifulca entre unos hermanos que se quieren mucho. Esos medios ignoraban que, tras las exequias de El Topo, Adeán y Guananí fueron representados por Guanina Alexandras en el mensaje al exilio boricua en Nueva York.
Cierto es que en las campañas políticas se invierten miles de dólares. Cada compositor y sus herederos tienen derecho a cobrar sus honorarios por el uso de su propiedad intelectual.
Sin embargo, a muchos escandalizó que el hijo de El Topo autorizara que la campaña de Jenniffer usará “Las manos del campo”. Como publicamos, a Adeán Cabán Butter se le debe respetar su simpatía y militancia en el Partido Nuevo Progresista.
A opinión de Prensa Sin Censura, empero, una decisión como esa no le correspondía sólo a él, sino debía consultarla con su hermana Guananí Cabán Butter y también con su hermana mayor de crianza Guanina Alexandras Robles Butter, hija legítima de la esposa de El Topo, María Luisa Butter.
La lógica en derecho apunta a que Guanina sería heredera de lo que le correspondería a su madre por “Las manos del campo”. Pero sus reclamos no tienen que ver con dinero, sino con lo que el capital político no puede comprar: la moral, ética e integridad de una obra poética concebida para honrar la causa de la lucha por la descolonización y liberación de Puerto Rico del yugo imperial estadounidense que precisamente promueve y representa la candidata anexionista, hoy gobernadora electa, Jenniffer González.
Lo que se hizo con “Las manos del campo” es un ‘disparate’ cultural. ¿Glotonería, desfachatez o afán de lucro? ¿Respeto, dignidad, ética u honor?
Cada quien llegue a su propia conclusión.
Habrá que ver si hay jurisprudencia o si eventualmente el caso establece un precedente porque imagínese lo que podría suceder con la misma obra “Verde luz” de El Topo o con otras canciones como “Boricua en la luna” de Juan Antonio Corretjer y Roy Brown.
Si algo sí está claro es que, según evidenció el licenciado Luis Abreu Elías a Prensa Sin Censura, no existe registrado testamento alguno que autorice a Adeán a negociar indiscriminadamente la obra patriótica de su padre sin el consentimiento de sus hermanas.
Como publicamos el pasado 17 de noviembre, Guanina Alexandras Robles Butter reitera que batallará para salvar la obra de su fenecido padre de la explotación financiera de intereses políticos incoherentes con su ideal independentista.

