JAIME TORRES TORRES NC, PNL, TC
Periodista y Editor
PRENSA SIN CENSURA
¿Sabías que el regalo más caro no se paga con dinero?
Es posible que a esta hora pudieras estar atrapada en los tentáculos de una mega tienda buscando a última hora comprar lo que sea para cumplir con tus seres queridos.
Como no pocos, posiblemente eres parte de la ola del ‘cumplimiento’: cumplo y miento. Aparte de que, en el fondo, perdemos la oportunidad de demostrar cuánto amamos, queremos y respetamos a la persona que le vamos a regalar.
Quizás consideres una osadía semejante aseveración. Si en verdad amo no relegaría a última hora salir de compras pensando en mis seres queridos. No lo hubiera pospuesto hasta ayer o tal vez hoy, en Nochebuena o Víspera de Navidad, en que en las tiendas no cabe un alma y las filas son kilométricas.
Cuando regalas por cumplimiento llegas a la tienda y echas mano a lo primero que ves. O quizás optas por la impersonalidad y compras una tarjeta de regalo para salir del paso.
Regalar es mucho más que un mero cumplido. Si es ropa, te esmerarás por conocer los gustos del destinatario de tu obsequio. Sus colores favoritos, su medida y calzado. Si es tecnología, considerarás cuán útil será para su necesidad profesional.
La sociología del regalo abarca conocimiento de la otra persona, conexión emocional y provecho. Si le regalarás a un niño, es la oportunidad de obsequiar un regalo que lo edifique, algún cuento o juego que active su razonamiento y aprendizaje.
Si el adulto al que regalarás está triste, serás asertivo y no le obsequiarás el Réquiem de Mozart. Pero si es una persona alegre que le gusta la fiesta y el baile, por ejemplo, el Asalto Navideño de Willie Colón es recomendable, si es que lo consigues.
El acto de regalar no es meramente mercantil y comercial. Implica la responsabilidad de administrar responsablemente las finanzas, cuidando los tarjetazos y asegurándose de no sobregirarse a fin de mes.
El acto de regalar es una expresión de Amor porque entraña desprendimiento y afecto. Será un regalo útil y personal que promoverá la autoestima de la otra persona y la tuya.
¿Sabías que, cuando regalas a conciencia, te regalas y auto regalas? Las tres o cuatro horas que estuviste rastreando en la tienda por departamentos o la feria de artesanías es un regalo de tu tiempo; una consagración de tus horas al ser amado. Diste con un obsequio “que se parece a la otra persona”, justo a su medida y acorde a sus intereses.
Si es una fragancia y no la encontraste en la tienda por departamentos, agotarás los recursos a tu alcance, aunque tengas que viajar de San Juan a Ponce.
El destinatario del regalo, cuando remueva la envoltura y lea la postal [que procurarás no escribir a la ligera], se dirá: ‘Wao, me conoce y buscó lo que necesitaba’.
Y es que quien regala, se regala a sí mismo en satisfacciones espirituales porque con su detalle obsequia su tiempo, talento y tesoro, lo que en la teología de la corresponsabilidad se conoce como las 3 T.
Desde esa experiencia, no hay dinero ni tarjeta de crédito que pueda pagar un regalo de amor a tu ser querido.
Piensa por un momento: el abuelo necesita que alguno de sus nietos lo lleve a la tienda a comprar unos regalos.
Tú lo llevaste sin prisa y lo escuchaste por el camino. Sin refunfuñar lo acompañaste las dos horas y media que se demoró en la selección de los juguetes de sus biznietos.
Al salir cenaron y luego lo llevaste a su casa. Ese fue tu regalo de atención y sabia escucha que Abuelo nunca olvidará y no habrá fortuna en metálico que lo pueda pagar.
Recuerda: en esta Navidad y en ruta a la Epifanía o la fiesta de los Santos Reyes, cuando regales regalarás tu tiempo y tus deseos de complacer a la otra persona y hacerla sentir feliz. Eso revertirá a ti como un regalo de inconmensurable satisfacción y gratificación espiritual.
¿Cuándo regalarás a conciencia y no por cumplimiento?
¿Cómo, más allá de lo material, te convertirás en el regalo que necesita y espera la otra persona?
¿Qué te regalarás en la Navidad?
¿Qué le regalarás a Puerto Rico [y ¿por qué] durante el 2025?
¿Cómo te regalarás al prójimo en Año Nuevo?
¿Qué te impide ser el mejor regalo para tu Familia?
¿Qué provecho obtendrás cuando envuelvas tu corazón como un regalo?
¿Qué le regalarás al Niño Jesús en esta Navidad?
En síntesis, ten presente que en el presente tu presente siempre será el Mejor Regalo.
¡Felicidades!
El autor es Neurocoach y Tanatólogo Clínico.

