BRICS: la gran oportunidad para el desarrollo y el bienestar de los pueblos

Nota del Editor: Cuarto artículo en que Isabel Rauber analiza los desafíos de los BRICS tras la XVI cumbre celebrada en Kazán: el desarrollo como horizonte y la importancia de la desconexión y la cooperación para alcanzarlo.

ISABEL RAUBER

La intervención del presidente Xi Jinping resume algunos de estos elementos. En su discurso subrayó la importancia de impulsar la reforma de la gobernanza mundial e hizo un llamamiento a promover la solidaridad y la cooperación entre los países BRICS.

Estas palabras bastan para abrir las compuertas mentales y entrever con claridad que lo que allí sucedió responde a nuevos códigos civilizatorios. En vez de odios, guerras, egoísmos, chantaje, competencia, opresión, castigos, sanciones, exclusiones y muerte, sobresalen los llamados a la paz, al desarrollo sostenible para el bienestar colectivo, apoyado en la solidaridad y cooperación y el compromiso con la coexistencia armoniosa entre todas las civilizaciones en aras de construir entre todos lo que será un nuevo sistema de justicia para otra gobernanza mundial. Un mundo nuevo que está sentando los pilares básicos para su existencia y, a la vez, en ellos ya existe.

La inspiración del Alba

Los conceptos claves esbozados claramente en la XVI cumbre de los BRICS en Kazán, recuperan y proyectan al mundo los planteamientos del ALBA-TCP, una alianza de los pueblos indo-afro-latinoamericanos surgida por iniciativas de Venezuela y Cuba. Esta alianza propone, en vez de competencia, solidaridad y complementariedad, reconociendo las diferentes condiciones y posibilidades entre los países del continente, crea oportunidades para la integración de todos acorde con las capacidades y posibilidades de cada uno.

En este sentido, ubicar las claves de su desarrollo fuera de las exigencias y el sometimiento del mercado mundial, salir de la imposición del dólar para las transacciones internacionales, permitiendo operaciones bilaterales en la moneda local de los países, son apenas los primeros pasos de un caminar —sostenido—, en tránsito hacia el bienestar y el desarrollo en común.

La creación del Banco de los BRICS —como otrora se propuso el Banco del SUR—, resulta hoy un importante paso en este sentido. Falta avanzar en el terreno financiero, pero lo logrado hasta ahora evidencia que la propuesta BRICS ha madurado en los pocos años de su existencia.

El crecimiento es gigantesco, sus miembros se han nutrido de las sabidurías de los pueblos y van por más. El encuentro en Kazán 2024 reafirma que los BRICS representan la gran oportunidad para el desarrollo y el bienestar de los pueblos, afianzando para ello, simultáneamente, su caminar hacia un nuevo mundo.

De ahí la larga lista de países solicitando ingresar al bloque, pues comprenden claramente que la estrategia asumida por estos representa hoy el único modo de salir de las garras del poder que multiplica saqueos, empobrecimiento generalizado, exclusión, guerras y muerte.

No se trata de un fenómeno revolucionario, ciertamente, pero en tanto sus ejes y acciones abren puertas a la esperanza y posibilitan que se vislumbre un nuevo horizonte civilizatorio para la humanidad, los BRICS constituyen —como señaló Samir Amin— un importante e insoslayable avance revolucionario. 

La autora es una destacada intelectual y militante social latinoamericana. Doctora en Filosofía, Investigadora social y profesora universitaria.

Putin fue el anfitrión de la reciente cumbre celebrada en Kazan, Rusia.

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