RESEÑA/Discos
Jaime Torres Torres
PRENSA SIN CENSURA
Al margen del Mainstream; de los apadrinamientos que conocemos se acostumbran en la industria musical y las súbitas ‘estrellas’ que se apoderan de las plataformas digitales gracias a las grandes corporaciones multinacionales que siguen dictando pautas y decidiendo quién se pega y quién no, celebramos el lanzamiento del primer álbum como solista de la intérprete de bomba y compositora, orgullo de Sabana Abajo en Carolina, Chamir Bonano.
El disco se titula “A mí plin”, frase coloquial que asociamos con: ¿Y a mí qué me importa? A mí esto no me desvela. A mí esto me vale o me resulta indiferente. ¡A mí plin!
Si analizamos contextos y motivos, “A mí plin” es una expresión de optimismo: “vamos pa’lante”, “vamos a perseverar”, “vamos a trabajar y contribuir al País porque el desastre a nuestro alrededor sencillamente ¡A mí plin! porque nada ni nadie me detienen”.
Así piensa la gente guerrera que sobrevive y resiste en la Coñonia. Y en ese sentido hemos de comenzar por felicitar y reconocer la iniciativa y la inspiración de Chamir Bonano al conceptualizar, gestar y lanzar este álbum producido en Pasillo Sonoro.
“A mí plin” es un concepto rico en matices rítmicos y expresiones poéticas, en un apasionante detonante de melaza que subyuga conciencias e inspira ansias libertarias.
Indiscutiblemente, “A mí plin” entraña una valiosísima contribución a la discografía de la bomba, expresión que si se analiza, en comparación con otros géneros, no es muy profusa su cosecha a nivel discográfico.
Desde ya “A mí plin” merece distinción de honor junto a una selecta discografía que incluye “Éxitos y cantos callejeros” de Cortijo y Kako, cantando Chivirico Dávila; las grabaciones clásicas del Patriarca de la Bomba y la Plena de don Rafael Cepeda Atiles, el proyecto “Bomba con Trovadores” de Ricardo López, el extraordinario doble cd “Tiempo al tiempo” de Jerry Ferrao y Los Rebuleadores de San Juan hasta llegar a Marien Torres y su obra “Tambuyé”.
El lanzamiento de Chamir Bonano es igualmente importante por lo que representa el taller femenino en la música, desafiando constructos socioculturales en asuntos de género. Este álbum se suma a las propuestas de Ausuba, Plena Combativa y Nellie Robles con Paracumbé.
Chamir dice presente con su bagaje y caudal de talento, representando con altos honores a la mujer puertorriqueña de herencia africana y aportando a la cultura no sólo desde el contoneo de cintura, caderas y piernas al ritmo de un seis de bomba, sino en términos de un discurso orientado a la reafirmación de la identidad cultural, racial y de género.
Hay que decirle “usted y tenga” a Chamir Bonano pensando en el antecedente de Isabel Albizu, Gladys Rivera de Mayombe, Norma Salazar en PleniBom y Fe Cortijo.
Con esta reseña ciertamente la invitación es a patrocinar esta grabación que aparecerá en la lista de lo más sobresaliente del 2024 que Prensa Sin Censura publicará poco después de las elecciones para que tengamos la oportunidad de respaldar estas grabaciones como corresponde y sin escatimar. La versión patrocinada por este medio es digital, pero usted la puede comprar tangible gestionándola directamente con Chamir Bonano o a través de la tiendita de la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
La secuencia comienza con el exponente del hip hop y la bomba Dulce Coco con los versos de “A mí plin” y su reafirmación racial.
Luego escuchamos “Golpe”, otro poema de emancipación social con un explosivo acompañamiento de los barriles primo y buleador.
Sigue “Darío” con Don Carmelo de la banda de reggae Gomba Jahbari y un texto que promueve el respeto en las relaciones interpersonales de género.
El remix “A la buena sí”, que también se incluye en versión cruda al final, es una denuncia contra el machismo y el patriarcado [no tiene nada que ver con la composición que Tite Curet le escribió a Celia Cruz para su álbum “La Ceiba y la Siguaraya” con la Sonora Ponceña]. Texto oportuno que exige respeto a la mujer. Se recordará que el País es fuertemente lastimado por una ola de violencia doméstica y feminicidios.
“Se Sa” es una rica bomba orquestada; en “A bailar un holandés” es una invitación al soberao de un batey a desafiar con piquetes a los barrileros y participan Lizbette Guerrido, Erimar Banítez, Dani Muñiz, Antonette Rodríguez y Melody Díaz.
En “Semilla de Libertad”, una letra contra el colonialismo y a favor de la reafirmación nacional, escuchamos a Chamir con Emil Martínez, El Hijo de Borikén.
En “Se Sa Ou Vie” participan Pirulo y La Tribu y al final escuchamos un solo de guitarra eléctrica de Antonio Caraballo.
En “Bámbula” Cita y Chamir rapean y cantan bomba, demostrando que no es una dicotomía ni tampoco una contradicción hablar de folclor y hip hop.
Chamir Bonano entrega un disco obligado que, como resaltamos arriba, se incorpora por méritos propios a la excelsa discografía de la bomba en su diversidad de estilos y seises, como el holandé, calindá, cuembé, sicá, yubá, hoyo mula, seis corrido y otros que aborda por propio conocimiento y también gracias a la experiencia del compositor Jerry Ferrao, autor de “A la buena sí”, “Bámbula” y “Darío”.
“A mí plin”, con la base poderosa e irresistible de los barriles primo, buleador, la maraca de higuera y el cuá de Edwin París, John Edgar Rivera e invitados como Xavier Rosario y Héctor Calderón, es una ingeniosa oda a la herencia africana, rica en matices rítmicos y expresiones poéticas, en un apasionante detonante de melaza que subyuga conciencias e inspira ansias libertarias.


