El alcalde Rolando Ortiz Velázquez se ha dedicado a desplazar a residentes y comerciantes. Expropiando y demoliendo propiedades privadas, para «crear» espacios de estacionamiento. Sin embargo, los espacios no están aptos para estacionar autos. Todavía tienen escombros y no sabemos si la remoción de asbesto y plomo se realizó según el contrato adjudicado. Empero, hay dos edificios que aún siguen en pie, propiedad del municipio y llevan años anunciando su demolición. Los mismos sirven de albergue para deambulantes y guaridas de delincuentes.
Cayey no tiene policía municipal y las cámaras de seguridad no van a evitar fechorías. Rolando ha destrozado el casco urbano, como quien tiene su casa reposeída y la destruye antes de entregarla al banco.
Rhina M. Jiménez
Periodista independiente
Prensa sin censura 