Árbol de pana amenaza seguridad de adultos mayores en Río Grande

JAIME TORRES TORRES

PRENSA SIN CENSURA

Sus inquilinos son en su mayor parte adultos mayores y envejecientes que caminan por los predios del inmueble de apartamentos de alquiler, amenazados por un enorme árbol de pana, cuyas ramas se fracturaron durante el paso de la tormenta Ernesto y podrían caer al pavimento con la próxima ventolera.

El pasado 5 de abril la dueña de la propiedad Alma Fernández Cartagena y su esposo Otoniel Gómez, residentes en el kilómetro 3.1 de la carretera PR-955 del Barrio Carola de Río Grande, recibieron la autorización de la División de Permisos de Corte, Poda, Trasplante y Siembra de Árboles del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para la poda del 50% del árbol de Pana (Artocarpus altilis) por razones de seguridad y espacio limitado para la especie.

El permiso fue firmado por Javier Colón González, director de la Oficina Regional de Humacao.

Sin embargo, la señora Fernández dijo a Prensa Sin Censura que las gestiones en el Municipio de Río Grande han resultado infructuosas. Asegura que como comerciante paga patentes municipales y rinde las planillas del Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM), por lo que el alcalde podría ser diligente en la respuesta a su solicitud de servicios.

“Este árbol representa un riesgo para la vida, propiedad y estructuras de las personas que aquí residimos. Tenemos un permiso del Departamento de Recursos Naturales desde el 5 de abril y una solicitud a la Oficina de Ayuda al Ciudadano municipal del 12 de marzo para la poda del 50% del mismo, pero esto ha caído en oídos sordos. Hacemos un llamado al honorable alcalde Ángel ‘Bori’ González Damudt a que nos ayude antes de que ocurra una desgracia”, dijo la señora Fernández.

Varias ramas se fracturaron con las ráfagas de la tormenta Ernesto, que se sintió fuerte en Río Grande. 

En una visita a la propiedad este medio independiente constató que las ramas amenazan con desprenderse, representando peligro a la vida y propiedad de los adultos mayores que residen en el lugar.

“Si viniera algún huracán categoría 1 las ramas del árbol se continuarán desprendiendo e impedirán la entrada y salida a la propiedad. Eso sería otra complicación adicional”, sostuvo Fernández, quien considera que el problema estaría resuelto si el alcalde estadolibrista Bori González autoriza a las brigadas de Manejo de Emergencias y Obras Públicas municipales a que realicen el trabajo, pero dejó entrever que la presunta renuencia obedece a que su esposo y paciente de diálisis Otoniel Gómez, ex colaborador del municipio en la preparación de manjares gastronómicos como el lechón asado de Navidad, es militante del PNP.

Por su parte, uno de sus inquilinos, don José Luis López, de 85 años, señaló que no se siente seguro. “Todos los días camino media hora aquí. Además, las panas aquí se pierden. Nadie se las come. Yo hago ejercicio aquí. Veo solo por un ojo”.

En el lugar de alquiler residen otros adultos mayores, incluso enfermos y con discapacidades y limitaciones físicas. 

Para una reacción, Prensa Sin Censura envió copia de esta historia a la publicista del alcalde, Isuanette Santiago, pero no hubo respuesta.

De derecha a izquierda, Alma Fernández, José Luis López y Jacinto Díaz. Foto/Prensa Sin Censura

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