Hace unos días Willie Colón reaccionó indignado a la parodia de la pintura “La Última Cena” de Leonardo da Vinci en la inauguración de los Juegos Olímpicos en París, Francia. Esta mañana escuchamos a un sacerdote tildar esto de sacrilegio y un signo de un mundo “que vive de espaldas a Dios y no lo respeta”. No es la primera vez que se parodia la obra de da Vinci. El artista urbano Eddie Dee lo hizo en la carátula de su álbum “12 Discípulos” con los mejores exponentes del género hace alrededor de 20 años. Y si visita la discoteca salsera La Topa Tolondra en Cali, Colombia verá un mural alusivo a la pintura mural que da Vinci creó entre 1495 y 1498 en la que el Sonero Mayor Ismael Rivera representa a Jesús. La pregunta es: ¿picardía, blasfemia, sacrilegio, humor o irreverencia? Los leo.
Jaime Torres Torres, Periodista




