El poder de la generosidad

«De todas las variedades de virtud, la generosidad es la más estimada”

Aristóteles

Por Roberto Torres Collazo

Como es sabido que la generosidad no es la reina de las cualidades en la sociedad, sin embargo, la ciencia y las tradiciones espirituales destacan su importancia para quien la regala y la recibe.

Un proverbio hindú dice: “Aquellos que dan tienen todo, aquellos que retienen no tienen nada”, otro dicho judío, “Un hombre da generosamente, pero gana más al hacerlo, otro no lo hace y termina empobrecido”, las enseñanzas de Buda nos transmiten lo siguiente, “El dar trae felicidad en todas las etapas de la acción” y el cristianismo enseña, “Hay más alegría en dar que en recibir”.

Las ciencias parecen respaldar esa importancia que le atribuyen las tradiciones espirituales a la generosidad. Entendida la generosidad como dar habitual, libre y desinteresadamente hacia los demás incluyendo los animales, ya sea a través de donaciones monetarias, servicios voluntarios…

Stephen Post, Director del Centro de Humanidades Médicas de la Universidad Brook de Nueva York, explica que la práctica de la generosidad está co-relacionada con la salud, la felicidad y la longevidad.

También, de acuerdo a Jorge Moll del D’Or Institute, estimula el sistema de recompensa del cerebro. Los investigadores de la Universidad de Harvard, EE.UU, Robert Waldinger y Marc Schulz, en su estudio de cuarenta años de duración sobre la felicidad anotan: “Las investigaciones muestran claramente que tiene razón: ayudar a los demás beneficia a quien ayuda. Existe una conexión tanto neural como práctica entre la generosidad y la felicidad”.

El terapeuta Piero Ferrucci declara que el auténtico beneficio de la práctica habitual de generosidad es para quien la ofrece, no es una ventaja material, sino una revolución interior. Nos volvemos más fluidos, más dispuestos a arriesgarnos. Concedemos más importancia a las personas que a las cosas. Y los límites entre nosotros y los demás son menos radicales. Nos sentimos parte de un todo en el que es posible compartir recursos, nuestros sentimentos y nuestro proprio ser. Es decir, nos hacemos más humanos.

Es muy frecuente que nos apeguemos a nuestros bienes. Nos aterra perderlos. Somos como los niños y niñas del cuento budista, que construyen castillos de arena en la playa. Cada uno su castillo. Marcan su territorio y gritan “¡Es mío!”  “¡Es mío!”, incluso pueden pelear entre ellos y se declaran la guerra. Cuando anochece, los niños regresan a su casa, se olvidan de sus castillos y duermen. Mientras duermen la marea alta destruye sus castillos. A veces nuestros bienes más preciados son como castillos de arena. La verdadera generosidad nos ayuda a ser menos individualistas y materialistas.

La generosidad inapropiadamente practicada a veces puede perjudicar a los demás. No regala una caja de cervezas a una persona que no tiene control con la bebida, una motora a un irresponsansable en la carretera, un desodorante a alguien que huele mal, regalar a un aficionado de baloncesto un bate de béisbol. Aunque la intención pueda ser positiva, un regalo puede poner en riesgo la vida, avergonzar, crear malestar u ofender al que lo recibe.

La generosidad se cultiva. Todas y todos poseemos algo que interesa o necesitan los demás: dinero, tiempo, agua, comida, ropa, atención, experiencias y conocimientos, cariño, consejos, etc. Además hay organizaciones, grupos e iglesias que nos pueden facilitar la práctica habitual de la generosidad. La generosidad forma parte de las tradiciones espirituales; recientes estudios científicos demuestran sus grandes benefícios para quien la practica frecuentemente como quien la recibe, ayuda a minimizar el individualismo y evita que las cosas se adueñen de nosotros.

Fomentar el espíritu comuninario, puede animar a otras u otros a ser generosos. Promover relaciones saludables, se correlaciona con felicidad. Por todo esto y por mucho más no podemos menospreciar nunca el poder de la generosidad.

Referencias

Carrasco, I. (Marzo, 2015). La paradoja de la generosidad. Portal: Claves Liderazgo Responsable.

Ferrucci, P. (2004). El Poder de la Bondad; sólo tendremos futuro si pensamos con el corazón. Ediciones Urano: España.

Lyubomirsky, S. (2011). La Ciencia de la Felicidad; un método probado para conseguir el bienestar. Ediciones Urano: España.

Park, O. S. Kahnt, T. Dogan, A. Strang, Fehr, E. Tpbler, N. P. (July, 2017). A neural link between generosity and happiness. Web Nature Communications.

Redacción. (Julio, 2017). Ser generoso te hace más feliz. Portal La Vanguardia.

Renter, E. (May, 2015). What generosity does to your brain and life expectancy. Web Health USNEWS.

Waldinger, R. & Schulz, M. (2023). Una Buena Vida; estudio mundial para responder a la pregunta más importante de todas: ¿Qué nos hace felices?. Editorial Planeta: España.

Foto/Freepik

Deja un comentario