Nota del Editor: la veterana periodista y abogada Fátima Seda Barletta anticipó la nueva crisis en Medio Oriente a través de una columna publicada la semana pasada en sus redes y en este blog noticioso. Compartimos su más reciente análisis.
Fátima Seda Barletta
Periodista y Abogada
Mientras los medios internacionales y estadounidenses han mantenido en sus primeras planas la temida y ya realizada escalada en las agresiones militares del Medio Oriente, acá en Puerto Rico la prensa lava el carro, se pinta el pelo y cocina barbacoas.
Natural, porque en la burbuja que vivimos, en la quinta nube a la izquierda, acá no habrá consecuencias.
Es inevitable recordar aquel desgraciado secretario de Salud que nombró otro caído en desgracia, Ricardo Rosselló, que descartaba el Covid 19 como un asunto de los chinos que nunca llegaría aquí.
Mientras Israel e Irán hacen el mayor esfuerzo por matar civiles -leyó bien- Gaza se vuelve un horno para la hambruna. La gente, los que quedan, come hierbas y algunos tejidos. Allá no hay muchas ratas.
Mientras España con Pedro Sánchez a la carrera, se esfuerza por que se reconozca a Gaza y a Palestina como un Estado, don Biden envía más armas y apoyo a Israel para azuzar el fuego de la guerra. Noruega, España, Suecia, Francia, todos piden que se reconozca el Estado Palestino, para enfriar las tensiones. Estados Unidos -desde Trump- reconoce a Israel y a Palestina, no.
¿Nos debe importar lo que pasará si caen Ucrania y Gaza? Vaya a llenar el tanque de gasolina. Vaya a hacer la compra. Prepárense los jóvenes para el servicio militar obligatorio, como ya comenzó en Francia, como lo han aprobado en Gran Bretaña para lo que viene: la guerra.
¿Y Biden? Biden no cuenta. Nadie le hace caso por contradictorio. Por experto en el cha-cha-cha. Un ratito para adelante y otro para atrás. Netanyahu ni le contesta, porque sabe que el viejito le seguirá enviando armamentos.
Rusia y China se relamen, listos para apoyar a los adversarios. ¿Aquí? Preparándonos. Para el guateque, la fiesta y la pachanga. ¡Pachanga será!

