Karen Cana-Cruz
Directora ejecutiva de La Casa del Libro Exclusivo para Prensa sin censura
Todo el que nos visita, ve las áreas públicas del primer piso; las galerías dedicadas a exhibición, taller, la tienda, y demás en bastante buena condición gracias al esfuerzo del personal de la institución.
Efectuamos mantenimiento adicional en aras de continuar los servicios, poder recibir a nuestros públicos y proteger el trabajo de los artistas.
Estás áreas no están en las condiciones que presenta el video porque las protege el techo del primer piso.
En el segundo piso, sobre todo las áreas sobre las dos escaleras principales, sí están en condiciones deplorables debido a que están justo debajo de serías filtraciones.
Por suerte, el único depósito que el huracán María dejó útil y las oficinas no están afectadas con hongo.
Las filtraciones del techo han empeorado mucho desde el huracán María. Han pasado 7 años, temblores que afectaron al edificio y por supuesto, llueve torrencialmente a menudo.
El ICP no ha cumplido con arreglar ni siquiera el techo, aún teniendo fondos obligados por FEMA desde hace tres años.
Cuando llueve es una pesadilla para el personal y afecta toda la operación, desde áreas inhabilitadas, tener que cerrar la sala principal, esperar a que para de llover dentro del edificio para secar la inundación, proteger áreas con forros plásticos, recoger el agua de lluvia que cae adentro del edificio en contenedores y llevarla afuera. Operamos como si estuviéramos todavía en 2017-2018.
Es correcta la información de que hace 4 meses estamos trabajando sin aire en las oficinas y que el depósito de obras no tiene la aclimatación adecuada.
De las dos unidades comerciales que sirven a estas áreas, una se dañó en junio del 2023 y la otra en diciembre del 2023. Sí, el ICP está informado. Desde el embate del huracán María se les notificó del daño a los aires y todo lo demás. El país entero ha sufrido los desastres que sin duda pueden afectar nuestro rendimiento.
2017 a 2019 fueron años muy difíciles y luego pasamos la pandemia. Podemos tomar todo esto en cuenta, pero de la misma forma, se nos tiene que tomar en cuenta a nosotros, y a todos lo que estén pasando situaciones similares.
La cultura ayuda a aliviar las visicitudes y además domina un sector importante a la economía. ¿Por qué la dejadez?
Parte de la misión del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) es conservar la cultura en su diversidad y complejidad. Son responsables de conservar el patrimonio cultural edificado.
Al menos atender la condición del techo, tan pronto tuvieron los fondos disponibles, hubiera minimizado los daños en las áreas afectadas y en otras.
Sin embargo, aunque el desastre natural pasó, y aún contando con ayuda monetaria, no salimos del desastre agrandado por la negligencia del ICP.
De hecho, por el edificio ser la envoltura protectora de la colección y de nuestra operación en general, le facilitamos al ICP la lista de daños y cooperamos en todo, siempre. El personal de La Casa del Libro (LCDL) guió por el edificio señalando los daños para ayudarles en su solicitud “Request for Assistance” al personal del ICP acompañado de FEMA y varias dependencias gubernamentales federales y locales.
LCDL había regresado a su sede histórica en el 2016, tras el edificio haber sido rehabilitado en 2013, y por el cual esperamos 10 años.
Las unidades comerciales a las que se hace referencia tenían apenas 3 años de instaladas y el edificio estaba en buenas condiciones.
Entendemos que para su “Request for Assistance” les ayudó mucho el hecho de que el edificio acoge una colección de reconocimiento internacional y que es un patrimonio cultural de Puerto Rico y del mundo.
“En LCDL estamos haciendo lo imposible para mantener la humedad a raya, pero las obras, entre las que se encuentran libros antiguos impresos desde que se inventó la imprenta manual en 1450 y obras de importantes artistas locales e internacionales, se pueden afectar”.
Karen Cana-Cruz
Directora ejecutiva de La Casa del Libro
El edificio ha sido la sede oficial de La Casa del Libro desde 1955, cuando se rehabilitó una residencia multifamiliar como el primer museo de la isleta en el siglo 20. Se fundó con la idea de formar una colección sobre la historia del libro y sus artes, dar acceso a ella a todo público y servir de centro educativo en las artes del libro para propiciar el que esa industria se desarrollara en la isla.
LCDL por su parte inició sin “Request for Assistance” en el 2017. Solicitó el apoyo de FEMA para atender los daños a su contenido, esto es, limpiar y conservar la colección, sustituir equipos dañados por la humedad o la falta de electricidad y las no oscilaciones de voltaje, producto del desastre. Son fondos restrictos a esos usos.
Hemos estado trabajando los 3 proyectos aprobados desde el 2020. Estamos así al terminar uno de ellos, pero los otros dos están detenidos por la situación del edificio. Otros compromisos de La Casa del Libro también se están viendo afectados.
Por supuesto, porque la aclimatación de los espacios es un requisito para la conservación de la colección en un museo, e indispensable para el confort del personal.
LCDL reparó los aires varias veces desde el embate del huracán, pero colapsaron sin remedio. Los aires están contemplados en la solicitud del ICP a FEMA. Para instalar aires nuevos lo propio es instalar primero la membrana protectora del techo, pues van a la par.
En LCDL estamos haciendo lo imposible para mantener la humedad a raya, pero las obras, entre las que se encuentran libros antiguos impresos desde que se inventó la imprenta manual en 1450 y obras de importantes artistas locales e internacionales, se pueden afectar.
Incluso podemos perder todo el trabajo de limpieza y conservación de libros que precisamente se llevó a cabo con fondos de FEMA, si no se atiende el problema que causan los aires dañados.
Por otra parte, trabajar sin aclimatación es muy incómodo, afecta el confort y hasta el rendimiento del personal.
Seguimos trabajando aún con las dificultades. Cumplimos y continuamos nuestra programación, gracias a nuestro gran compromiso con la institución y nuestros diversos públicos.
A la par, hacemos los reclamos al ICP, que han sido muchos, pero no responden con acciones positivas. No resuelven el problema. En una reciente visita de evaluación al edificio, personal del ICP nos informó que entendían que todos los arreglos debían hacerse a la vez por medio de un contratista general que pudiera atender todos los daños incluidos en el proyecto, y aprobados por FEMA, por la cantidad de $1.8 millones.
Sin embargo, desde abril del 2021, en que les fueron obligados los fondos para arreglar el edificio que ocupa LCDL, no han abierto a propuesta el proyecto ni en su totalidad ni en parte. No hay nada en la plataforma de ASG. En otras palabras, su mensaje fue que no atenderían la emergencia por la que estamos pasando.
En la plataforma de transparencia de COR3 se puede ver que por los huracanes Irma, María y los temblores, FEMA les ha obligado unos $38 millones. De eso han usado la cantidad de $1.3 millones. Tienen el dinero disponible, pero no lo usan.








