El glifosato condena a enfermedad a la población

JAIME TORRES TORRES

Periodista y Editor

PRENSA SIN CENSURA

Parecen astronautas, cubiertos de pies a cabeza, sin imaginar que, como no pueden dejar de respirar, con todo y mascarilla aspiran el veneno del glifosato que enfermó con el cáncer linfoma de Hodgkin al jardinero Dewayne Johnson, que demandó y ganó un pleito multimillonario contra Bayer-Monsanto.

En Aibonito el alcalde William Alicea Pérez lo usa casi diariamente. Una ironía porque el pueblo es conocido como la Ciudad de las Flores.

El uso del glifosato como yerbicida es común en la mayor parte de los pueblos de Puerto Rico. Se asigna la tarea a empleados municipales y también se subcontratan personas para asperjarlo a la orilla de las vías públicas del País e incluso en los cauces de quebradas, ríos y embalses, con un impacto insospechado a la flora, la fauna, como las abejas, y la salud del ser humano.

“Se menosprecia la seguridad de la comunidad. Hay fotos de vehículos a pocos pasos del chorro del que fumiga. Ese veneno se respira a través de los conductos de aire acondicionado. Dirán que es inofensivo, pero hay miles de demandas por los daños a los seres humanos. Aquí el alcalde se hace de oídos sordos y se tapa los ojos ante la realidad: este producto es un veneno que causa cáncer y está arriesgando la salud del pueblo de Aibonito”, denunció el licenciado Iván ‘Tato’ Alonso, aspirante a la alcaldía de Aibonito por la alianza PIP-Victoria Ciudadana.

Al presente, la lucha se enfoca en Aibonito, pero en casi todo el País se asperja con el yerbicida de manera indiscriminada, arriesgando la salud de la comunidad.

“Los argumentos que el señor alcalde y el director de Obras Públicas utilizan para seguir regando ese veneno es que no tienen empleados, que no tienen presupuesto y que es la única forma de lograr que la yerba no crezca por las orillas”, dijo Hilda Rivera, del Comité Mi Pueblo sin Yerbicida.

Por su parte, la educadora etnobotánica María Benedetti señaló que la aspersión con herbicidas es mucho más que un crimen ambiental.

“Estamos envenenando el patio de la casa, sus alrededores y ya se ha establecido que con solo con inhalar el menos dañino que hay hace cambios al ADN”.

María Benedetti, Educadora Etnobotánica

Benedetti aclaró que no solo es el glifosato, ingrediente del producto ‘RoundUp’ que se estudia desde antes de la demanda de Dewayne Johnson, sino que hay otros.

“Hay muchos productos a base de glifosato. No es lo peor; es un ingrediente que es relativamente inocuo y aun así está asociado al alzheimer, parkinson, fallos renales, demencia, malformaciones fetales, cáncer del seno y la tiroide, depresión crónica, desbalances hormonales, infertilidad, obesidad, deficiencia de minerales y la muerte de abejas, peces y otros animales. Estamos hablando de que no solo causa cáncer, sino de una gama de problemas graves a la salud humana […] En mi comunidad he visto el uso de productos más fuertes que el glifosato. Preocupa la actitud de que podemos envenenar las plantas, el agua y lo que comeremos eventualmente porque estos venenos se quedan en el aire por la humedad de Puerto Rico”.

El reglamento federal, abundó Benedetti, regula que el uso del herbicida con glifosato se debe usar a una distancia de cien pies de los cuerpos de agua.

“Todos tenemos fotos de como se asperja al lado de ríos y quebradas. ¿Cómo podemos hablar de salud en un lugar donde se puede regar veneno a diestra y siniestra? No hay forma de tener a una comunidad saludable. La salud no es acceso a medicamentos. La salud comienza con parar de envenenar”.

El Comité Mi Pueblo sin Yerbicida ha compartido información al alcalde de Aibonito, pero insiste en el uso del yerbicida. Durante una manifestación pública se movilizó a la policía como disuasivo de lucha.

“Hemos hablado personalmente con los empleados, pero ellos siguen instrucciones a ciegas. No cuestionan absolutamente nada. A veces les causa malestar que uno detenga el carro y les toque bocina. Están muy ajenas a pesar de toda la información que se les lleva”, sostuvo Hilda Rivera.

Mientras, Benedetti reveló que en Europa se utiliza vapor de agua para controlar el crecimiento de la yerba como alternativa completamente inocua.

“Pero estamos envenenando el patio de la casa, sus alrededores y ya se ha establecido que con solo con inhalar el menos dañino que hay hace cambios al ADN. Es una tragedia que aunque no sea propulsada por todos los alcaldes de nuestros pueblos, sí por una campaña publicitaria bien hecha que la gente se cree que es un deber ciudadano limpiar con este veneno”.

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