Caos en el ICP: denuncian desmantelamiento de programas

Nota del Editor: fuentes de ProSol-UTIER aseguran que se ven amenazados los programas de Artes Populares, Publicaciones y Grabaciones Sonoras, Teatro y Danza y el de Artes Plásticas

Compañeros y compañeras de ProSol-UTIER ICP:

El Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) se enfrenta a una nueva propuesta legislativa que arroja una sombra sobre su labor: el Proyecto de la Cámara de Representantes 875, el cual busca derogar la Ley 173 de 2014 que establece el programa de «Industrias Creativas».

Sin embargo, esta iniciativa parece desatender programas de gran importancia y relevancia cultural, como el Programa de Artes Populares, el Programa de Publicaciones y Grabaciones Sonoras, el Programa de Teatro y Danza, así como el Programa de Artes Plásticas, entre otros. Es crucial examinar en detalle esta propuesta y sus implicaciones.

Desmantelamiento de Programas Culturales:

El enfoque adoptado por el director Carlos Ruiz Cortez parece dirigirse a desactivar los programas existentes del ICP para dar cabida a nuevas leyes que configuren un nuevo perfil cultural, a menudo en favor de intereses personales. Programas arraigados en la preservación y promoción de la rica cultura puertorriqueña, como el Programa de Artes Populares y otros similares, ahora se encuentran en una situación precaria debido a la falta de fondos y atención. Este programa, cuya misión esencial es fomentar y preservar los valores culturales de Puerto Rico, se ve asfixiado por la nueva propuesta de Industrias Creativas, la cual atenta directamente contra los intereses de los artesanos puertorriquenos.

Desviación de Recursos y Atentado contra la Autonomía:

Los recursos que deberían asignarse a programas como el de Artes Populares se desvían hacia actividades urgentes, pero no importantes relacionadas con las Industrias Creativas, este ente que se ha creado artificialmente dentro del seno del programa de Artes Populares. Esta propuesta de ley no solo socava los programas existentes, sino que también atenta contra la autonomía del ICP, obligándolo a colaborar con el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, que son los encargados de crear la política pública para fomentar el desarrollo de nuevas industrias. Hay que ver cómo el propio departamento de Desarrollo Económico y Comercio ha creado un símil al programa de artesanos donde validan renglones artesanales que no representan los valores de nuestra identidad cultural, sino que fomenta materia prima comprada al por mayor y las manualidades.

Desafío a la Identidad Cultural:

La propuesta de Industrias Creativas representa un desafío directo a la identidad cultural de Puerto Rico. En lugar de proteger y promover el folklore y las artes populares, se propone un enfoque más comercial y desvinculado de nuestras raíces. Es fundamental recordar que nuestra cultura debe prevalecer, independientemente de las transformaciones económicas y sociales que enfrentemos. Tenemos que preservar el legado que nos han dejado nuestras pasadas generaciones.

Es evidente que la propuesta de Industrias Creativas no solo carece de una base sólida, sino que también socava los esfuerzos previos del ICP en la preservación y promoción de la cultura puertorriqueña. No podemos permitir que programas valiosos sean sacrificados en aras de una iniciativa mal concebida y carente de fundamento. Es hora de detener esta marcha hacia la dilución de nuestra identidad cultural y exigir que se respeten y fortalezcan los programas existentes.

El director Carlos Ruiz Cortez debe cesar en sus intentos de inventar leyes para derogar lo que no ha sabido defender y, en su lugar, trabajar en pro de la verdadera misión del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Habrá que recordárselo: «La misión del Instituto es estudiar, conservar, preservar y divulgar nuestra cultura nacional,» y no crear un ICP a su imagen y semejanza.

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