Masacre de Yauco: ¡ellos desconocían de la celotipia!

(Nota del Editor: La autora es Consejera de Familias-Parejas, Tanatóloga, Mediadora General Hipotecaria e Instructora Certificada en Primeros Auxilios en Salud Mental. Para contactarla llame al 787-531-7337)

Yolanda Rivera Rivera

Para Prensa sin censura

Ese día me quedé impresionada. Sentía que no podía ni pensar. Mis pensamientos divagaban y muchas preguntas me inquietaban.

La tragedia de Yauco que nos conmovió a todos. Hemos comenzado el año de una forma muy violenta. Por mi parte, seguiré comunicando que debemos educar sobre salud mental de una forma más asertiva. Me pregunto, ¿quién acompañaba a la víctima? ¿Cómo se permite que la víctima sea interrogada por el abogado del agresor frente al acusado y con un tono agresivo?

El perfil de este agresor presentó siempre las típicas características de un hombre con trastorno delirante, tipo celotipia. Hace unos cuantos años que el Manual de Diagnóstico y Tratamientos de Condiciones de Salud Mental (DSM-5) incluyó este trastorno.

Muy pocas personas reconocen este trastorno. Es por esa razón que no logran identificarlo y reconocer la peligrosidad que representa.

Las características de la CELOTIPIA incluyen la presencia de creencias delirantes sobre la infidelidad de la pareja sin ninguna evidencia objetiva. La conducta de una persona con dicho trastorno experimenta ansiedad, obsesiones y comportamientos impulsivos relacionados a la infidelidad de la pareja. Afecta directamente la conducta de la persona y su relación con su pareja. Es por esa razón que cuando entrevistan a los familiares, compañeros de trabajo y vecinos del agresor todos expresan que fue una buena persona muy servicial. Nadie imaginaba nada. Esa es precisamente la conducta de un paciente de CELOTIPIA. Su sicosis y su sensación de pensar constantemente en la infidelidad se dirige única y exclusivamente a su pareja.

La importancia de educar sobre este tema es proveer herramientas para identificar este patrón de conducta. Esa es la única forma de entender que nunca vamos a cambiar la conducta de una persona que presenta estos rasgos. No podemos razonar ni hacerlo entender jamás. Necesitará ayuda de profesionales de la conducta y un médico siquiatra especialista que le provea tratamiento y medicamentos.

Mientras más tratamos de convencer a la persona de la falsedad de sus pensamientos más provocamos que su agresividad continue escalando.

La víctima deseaba entenderlo, acompañarlo en su enfermedad pues ese mismo día le expresó que tenía cáncer. Ella desconocía la peligrosidad que el agresor guardaba en su sicosis. El mismo agresor, desconocía de su trastorno. Es por esa razón, que al cometer el asesinato y provocarse ese impacto tan inmenso, surgen las ideas de suicidio. No puede más con la voz que lo acosa. Los dos estaban luchando y los dos desconocían. Lo más triste y desgarrador es que nadie logró ver la celotipia en su mayor expresión.

Hoy, ninguno de los dos está para defenderse y hablar de salud mental y del trastorno delirante tipo: celotipia.

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