Una advertencia a los ricos

“¡Oigan esto, ustedes los ricos! ¡Lloren y griten por las desgracias que van a sufrir! 2 Sus riquezas están podridas; sus ropas, comidas por la polilla. 3 Su oro y su plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra ustedes y los destruirá como fuego. Han amontonado riquezas en estos días, que son los últimos. 4 El pago que no les dieron a los hombres que trabajaron en su cosecha, está clamando contra ustedes; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores. 5 Aquí en la tierra se han dado ustedes una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza! 6 Ustedes han condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia”.

Santiago 5

Teólogo José Alayón

Para Prensa sin censura

Cuando leo esta porción bíblica siempre pienso en esa plusvalía o esa riqueza que produce un trabajador y la retienen.

Esta porción suena tan fuerte para muchos que justican las conductas de un sistema economico e inhumano.

Santiago vivió en un entorno de explotación y opresión, similar al que vivimos hoy. Como buen profeta vio y señaló como dentro de la Iglesia se privilegiaban a esos que oprimían a sus hermanos, por medio de sus riquezas, al grado de negar pagar el fruto de su trabajo, en un afán de codicia.

Hoy, en el Puerto Rico del siglo XXI, que vive bajo la opresión de una Junta de Control Fiscal, que en colaboración con gobernantes que buscan favorecer al gran capital, en perjuicio de masas trabajadoras marginadas, que va por encima de leyes establecidas, le pretende robar un pedazo más de su plusvalía.

Trabajadores que no sólo ven reducidos sus ingresos, sino que la agenda neoliberal del contubernio gobierno y Junta de Control Fiscal, produce aumentos en las utilidades y que ha incrementado el costo de los productos de primera necesidad.

Sucede que en muchos entornos de Iglesias, viven entretenidos con los terrores nocturnos como la alegada Ideología de Género. Se trata de distracciones que no le permiten ver la realidad que viven.

Se trata de un cristianismo enfocando como meta sus ejercicios espirituales como la oración, el ayuno, el congregarse o la lectura de la Biblia, sin entender que en la medida que esos ejercicios nos acercan a Dios y producen en nosotros el Fruto del Espíritu, para amar al prójimo y como expresa Romanos 12:1 otorgar esa ofrenda sagrada a Dios, que es nuestro servicio al prójimo.

De esta porción bíblica muy pocas veces puedes ver una lección en un expositor y un sermón desde el altar. Tal parece que esta porción estorba esa espiritualidad poco ligada al prójimo e impide predicar con el testimonio, de estar siempre con las causas del pueblo.

El amor de muchos se ha enfriado como destaca Mateo 24, porque al amoldarnos a las prácticas de el mundo (me refiero al deshumanizante sistema capitalista colonial, en donde como parte del proceso de americanizacion impuesto desde 1898, se extiende hasta nuestros dias, como parte de un experimento social), invisivibilizando al prójimo.

Recordemos que debemos ver el rostro de Cristo en nuestro prójimo.

Foto/Facebook

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