Comunicado MINH
La corporación con la que el gobierno de Puerto Rico privatizó la operación de distribución eléctrica de la AEE, LUMA ENERGY, amenaza con deforestar más del 2% de nuestro territorio nacional.
En comunicado de prensa de dicha corporación, fechado el 12 de septiembre de 2023, LUMA anunció la intención de desmontar “más de 16,000 millas de líneas de transmisión y distribución, subestaciones cruciales e infraestructuras de telecomunicaciones”.
Esas 16 mil millas equivalen a más de 64 mil cuerdas de terreno, algo más de 250 kilómetros cuadrados y más del 2% de nuestro territorio nacional. Equivalen a más de 9 veces el área del Caño Tiburones, el humedal más grande de Puerto Rico y el segundo más grande de las islas del Caribe. Representa además la eliminación de más de 25 millones de árboles.
Sabemos que se plantea esta deforestación con el objetivo de evitar desganchar regularmente los árboles que se acercan a las líneas y equipos de transmisión y distribución de electricidad. Pero eso no puede a ser a costa de tal nivel de deforestación y alteración del paisaje, con las consecuencias ambientales para especies, cuerpos de agua, hábitats y ecosistemas, la contaminación de suelos, escorrentías y la alteración del entorno en el que vivimos los seres humanos de este país.
La deforestación constituye un crimen ambiental grave en momentos del cambio climático que afecta a todo el planeta.
Al multiplicar 16,000 millas por 1,600 convertimos las millas a metros equivalente a 25,600,000 de metros (lineales). Si suponemos que van a despejar al menos 10 metros a lo largo de los 25.6 millones de metros llegamos a 256 millones de metros cuadrados, equivalente a 256 kilómetro cuadrados.
Tomando en consideración que la superficie de Puerto Rico es de 9,104 kilómetros cuadrados; al dividir los 256 por 9,104 y multiplicarlo por 100 se obtiene que 256 es el 2.8 % de 9,104.
Si dividimos esta cantidad de 256 millones de metros cuadrados por 3,939.3 metros cuadrados (el área de un cuerda) obtenemos 64,986 cuerdas, lo que equivale a más de nueve veces el área del Caño Tiburones. Podemos suponer que en cada cuerda se eliminarían 100 árboles, para un total de más de 6.4 millones de árboles.
Repudiamos la intención de esta corporación y el incumplimiento en la protección de nuestros recursos por parte de las agencias, como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, que vienen obligadas a protegernos de este tipo de locura e irresponsabilidad.
El gobierno de Puerto Rico, por su inacción o por su aceptación, se convierte en complice de pretender ejecutar esta amenaza contra nuestro pueblo.
Hacemos un llamado a que se paralice esta propuesta y asigne responsabilidad para aquellos que incumplieron su responsabilidad de proteger nuestro patrimonio.
Exhortamos a otras organizaciones para que se unan a este llamado.

