El Comité del PIP de Nueva York y Diáspora del Partido Independentista Puertorriqueño denuncian la dedicatoria del Desfile Puertorriqueño en Nueva York a dos figuras repudiables de nuestro país
Comunicado del PIP
Este año se le dedica el Desfile Puertorriqueño al Municipio de Aguadilla. Nos unimos a tan merecido homenaje a ese maravilloso pueblo y su gente, y como parte de la celebración de nuestra nacionalidad que es el Desfile, participaremos marchando en el mismo.
Sin embargo, repudiamos el reconocimiento al alcalde Julio Roldán, quien en tiempos recientes ha sido instrumental en la permisividad y la implementación de proyectos que amenazan la integridad ambiental de nuestro territorio nacional.
Eric Ramos, del PIP de Nueva York, expresó: «El papel del alcalde Roldán como facilitador de proyectos nefastos para el ambiente ha sido muy visible. La postura del municipio frente a construcciones dañinas como aquellas que atentan contra La Playuela o en la cercanía de la Cueva de Las Golondrinas, ha sido una de traición a los intereses ambientales de Aguadilla y de complicidad con los desarrolladores. Como defensores de una patria libre y sustentable, desde el PIP denunciamos ese reconocimiento porque no toma en cuenta el sentir de nuestro pueblo, cansado de la destrucción ambiental y de la corrupción en los procesos de otorgamiento de permisos por las autoridades gubernamentales.»
Por otro lado, Maximino López, Presidente de la Diáspora del Partido Independentista, afirmó: «Repudiamos con vehemencia el reconocimiento que el National Puerto Rican Day Parade, Inc. le brinda a Iván Báez, Vicepresidente de Asuntos Públicos y Gubernamentales de GeneraPR. Esa empresa privada, subsidiaria de New Fortress Energy Inc. es la compañía que a partir de julio tomará el control de la producción eléctrica en Puerto Rico. Ofrecer un reconocimiento como ese en un momento tan controversial cuando se sigue desmantelando la histórica Autoridad de Energía Eléctrica, y luego de la experiencia desastrosa de LUMA, el otro ente privatizador de la AEE, es una iniciativa desafortunada, que ignora el sufrimiento que la privatización ha traído a Puerto Rico”.
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