¿Dónde está Dios..?

Un Amigo ateo me

preguntó dónde está Dios y le respondí:

“Está en tu pregunta.

Dios palpita en ti.

Dios se revela en las personas que amas y también en las que desamas.

Dios te muestra su Corazón en la Música que te conmueve.

Dios se descubre en las octavas del piano y en el diapasón de tu guitarra.

Dios se siente en la afinación del tambor.

Dios está en el relámpago y el trueno.

También en el aguacero y en la presente ola de calor.

Dios se revela en la tormenta y el huracán.

Dios muestra su rostro en el milagro de un embarazo y el nacimiento de una criatura.

En la Rosa que brota del capullo.

En la colmena de abejas.

En el manantial que sacia tu sed.

En el Pitirre que silba en la enramada.

En el concierto de coquíes que te arrulla al anochecer.

En la tierra que te alimenta.

En el aire que rebosa de vida tu ser.

En el Sol que te ilumina.

Dios es omnipresente.

Está en todas partes.

En los niños y mujeres que sufren en Palestina.

En el pueblo cubano oprimido por el embargo económico de Estados Unidos.

En los haitianos y su convulsa realidad invisibilizada por los medios de comunicación.

En los desposeídos indios de la Amazonía.

En los boricuas desplazados por el capital extranjero.

Dios está, incluso, en tu duda, en tu ateísmo y agnosticismo.

Quizá en tu sed de conocimiento; en tu necesidad de aprendizaje y en el gesto de compartir tu sabiduría.

Dios no se puede encerrar en un tabernáculo. Es inconmensurable y a la vez diminuto, pequeño, niño…

Dios no es una cosa; menos un ser distante y ausente.

Dios es un ente social.

Está aquí y ahora.

Es Padre.

Hermano.

Amigo que nunca falla.

Camarada.

Pana.

Vecino.

Brother.

Cómplice y confidente.

Dios es la Familia.

Dios es una sonrisa.

Un estrechón de manos y un baile con tu ser amado.

Un saludo a un desconocido.

Y tu mano a un necesitado.

Dios es la Vida misma.

Está en tu perro y también en tu gato.

En el desayuno, almuerzo y la cena de cada día.

Actúa, cuando desde el desprendimiento, te consagras en Pan y te regalas como comida para saciar el hambre de tus conocidos y desconocidos.

Dios es la manifestación de su Plenitud en ti.

Lo encuentras, impulsado por la Fe, en el templo donde te congregas, pero es más que la religión.

Dios está en ti y tú en Él cada vez que te ofrendas al prójimo con rostro de enemigo, desconocido, familiar, pariente y amigo.

Dios está en todas partes.

Dios inspira este poema.

Dios Es y Será.

Inmenso, alcanzable, perenne y sempiterno.

Accesible a toda hora.

Con su corazón maternal.

Sin límites, medidas y cuentas porque Dios es AMOR”.

Jaime Torres Torres

Río Grande, PR

20 de junio de 2024