JAIME TORRES TORRES
En estos tiempos usted hace una encuesta y la persona promedio le podría decir que cree en un Ser Supremo, pero no en las iglesias.
En tiempos en que se relativiza y trivializa al Creador, porque solo una inteligencia primigenia fuera de este mundo puede ordenar en perfecto balance la vida cómo la hemos conocido y la seguimos conociendo, la peor parte la llevan las denominaciones religiosas.
Han mercadeado con Dios y con el nombre de Jesús; han impuesto pesadas cargas morales y éticas sobre la gente que, como los fariseos a los que Cristo alude en Mateo 23, del 4 al 6, ellos no mueven ni un dedo para levantarlas.
La hipocresía de la jerarquía católica; la falsedad de los pastores y pastoras protestantes que han engañado a miles con la predicación del evangelio de la prosperidad, y la cobardía con que han callado en medio de la mentira de la plandemia del Covid-19, en contubernio con alcaldesas, alcaldes, legisladoras, legisladores que los acompañan en jornadas de 40 días de ayuno y oración mientras crucifican al Pueblo con impuestos y aumentos, servicios esenciales deficientes y la corruptela con que se reparten el botín entre ellos y los suyos, han lanzado al suelo su credibilidad al extremo de que la gente no quiere saber de ellos…
En estos días impera la tradición, la costumbre, los convencionalismos… Lo cosmético y cultural; lo litúrgico, lo delimitado… Se escuchará el mismo ritual; la misma predicación, el mismo sermón… Se resaltará en el pecado, en los sentimientos de culpabilidad, en la doctrina del miedo y la baja autoestima que solo Cristo, como dicen pastores y curas, puede restaurar…
Y verás esa masa de cabecitas blancas asintiendo sin pensamiento crítico a cada barbaridad que se les ocurra articular desde el altar…
Hace tres semanas el párroco de mi comunidad se me acercó para invitarme a predicar una de las 7 palabras en los ejercicios solemnes del Viernes Santo.
Le dije: ‘No le puedo decir que no porque siento que es el mismo Señor que me convoca, pero antes me gustaría conversar con usted’.
Semanas después nos reunimos y le dije que no me siento en comunión con la jerarquía por la manera tan irresponsable con que ha manejado la pandemia y las directrices del Vaticano respecto de la vacunación y también por la traición de los obispos a su homólogo en la Diócesis de Arecibo, destituido por el Papa Francisco, Daniel Fernández Torres.
Me escuchó y me dijo que no se pierde la comunión por disentir, por discrepar, por no pensar igual; ni por ser diferente e ir contra la corriente. Y le dije: ‘pues cuente conmigo para desarrollar la palabra Tengo Sed’.
Mientras organizaba mis ideas, se me ocurrió escribir sobre las 7 palabras atemperadas al Puerto Rico del 2023. Y es lo que en este artículo compartiré contigo sin presumir de que lo hago desde la terraza de la perfección porque soy un simple peregrino que cada día debe soltar un poco de las pesadas cargas de la mochila de su existencia…
1. Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen –
Por la sentencia a la matanza de inocentes obligados a la inoculación…
Por los padres de familia despedidos de sus empleos por no acceder a la vacuna…
Por las mujeres embarazadas que han perdido sus criaturas…
Por los jóvenes que han fallecido súbitamente…
Por los pastores que ofrecieron sus templos como mataderos a cambio de miles de dólares…
Por los políticos que siguen insistiendo en la vacunación experimental que enferma a la gente…
Por la corrupción rampante que asfixia al País…
Por la gentrificación que nos condena a ser extranjeros en nuestra propia tierra…
Por la usurpación y destrucción de nuestros recursos naturales y bienes de dominio público en común…
Por la implosión paulatina y calculada de nuestro sistema de educación pública…
Por la ola de feminicidios que sigue azotando al País…
Por el empobrecimiento de la clase trabajadora…
Por la mediocridad en los servicios de salud…
Por el deterioro de la infraestructura del País…
Por la opresión a nuestros ancianos…
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen…
2. Hoy estarás conmigo en el Paraíso
El paraíso, en la presente memoria de la crucifixión, supone y prefigura esperanza.
1990 años han transcurrido de la muerte de Jesús en la Cruz y esta palabra alienta, a los que se animen, a un cambio de dirección en sus vidas…
Jesús las pronuncia luego de que uno de los dos ladrones que serían crucificados junto a Él increpa al que se burlaba y le pide que se acuerde de él cuando esté en su Reino…
Hoy estarás conmigo en el Paraíso…
Supone un cambio de paradigma y orientación.
Significa desde hoy optar por la justicia…
Donde hubo odio, amor;
Donde hubo mentira, verdad;
Donde hubo miedo, seguridad; donde hubo sumisión, empoderamiento; donde hubo cobardía, valor; donde hubo tinieblas, Luz…
Y entonces hoy estarás conmigo en el Paraíso… En el Paraíso, que prefigura el estado mental y emocional de la Paz, la tranquilidad, el perdón, la justicia y el Amor… Lo contrario al paraíso sería el infierno y el Papa Juan Pablo II, hoy Santo, en una teología hermosa, explica que el infierno es la ausencia de la Luz de Dios para el alma del difunto.
3. Mujer, ahí tienes a tu hijo; Hijo ahí tienes a tu madre
Palabra que desencaja, interpela, confronta, desarma, revoluciona… Mujer, Mujer Puertorriqueña, ahí tienes a tu hijo…
Vacunado en plenitud de salud con un veneno experimental…
Sepultado tras un infarto masivo a su corta edad…
Desempleado porque el sistema no le garantiza empleo tras una carrera universitaria…
Nómada porque el sistema no le garantiza vivienda propia a precios asequibles…
Emigrante porque tuvo que diluirse en alguno de los 50 estados para aspirar a una mejor calidad de vida…
Preso porque el Departamento de Corrección y AMMSCA son incapaces de rehabilitarlo…
Traficante porque los tentáculos del narcotráfico lo atraparon…
Sicario porque puede ganar una noche lo que cobraría en un mes de trabajo en el supermercado de la esquina…
Hijo, ahí tienes a tu madre…
Madre soltera con dos empleos y el tercero en la casa alquilada para cocinarte y atenderte…
Maltratada por su compañero…
Explotada en su empleo de 12 horas diarias sin beneficios marginales…
Objeto de hostigamiento sexual en el trabajo y la comunidad…
Tratada como mercancía sexual por los medios de comunicación…
Desvelada por tus borracheras…
Despreciada por su sobrepeso u obesidad…
Olvidada en su enfermedad…
Marginada en su ancianidad…
Mujer, ahí tienes a tu hijo; Hijo ahí tienes a tu madre…
4. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Claman la desesperanza, la soledad, la tristeza, el miedo, la angustia…
Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Es la catarsis de aquel que siendo de condición divina, como leemos en Filipenses, se negó a sí mismo y se redujo a la nada, para recibir muerte en la cruz; es decir, para ser parte de la escoria de la sociedad, de lo desechable, de lo que no importa en la nueva sociedad de un Puerto Rico sin puertorriqueños…
Es fácil imaginar y hasta parece que podemos escuchar la queja del padre de familia despedido de su empleo a punto de la ejecución de la hipoteca de su casa…
La mujer que no halla consuelo tras la pérdida de la criatura que cargó en su vientre…
El anciano que no lo orientaron sobre los riesgos de las hipotecas reversibles y hoy está en la calle…
La viejita que llevaron al hospital y no regresaron a buscarla…
El desahucio jurídico por ser pobre ante la denuncia de una situación de una injusticia…
El joven confinado que se tiene que cepillar los dientes con agua del inodoro…
El muchacho explotado por el mínimo federal en cada jornada de ocho horas de trabajo y cuando cobra ve que apenas le alcanza para vivir porque una camisa y un pantalón que lleve a la lavandería le cuestan más que una hora de fatigas en su empleo…
El enfermo que tiene que esperar siete, ocho, nueve meses y hasta un año por la cita con un médico especialista…
Los padres de niños y jóvenes con necesidades especiales desprovistos de servicios…
La embarazada que tiene que trabajar ocho horas de pie sin la consideración patronal de un acomodo razonable…
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
5. Tengo sed
Más allá de la necesidad de agua para saciar la sed corporal e hidratar los labios y la garganta, 1990 años después la quinta palabra pronunciada por Jesús en la cruz es un grito que estremece conciencias personales, sociales, políticas, dogmáticas, jerárquicas, sectarias, conciliares, cristianas, religiosas, espirituales, interdenominacionales, laicas, ateas, relativistas y agnósticas…
¿Sed de qué?
De mi servicio al prójimo; de iniciativas pastorales a favor de la otra persona; de compañía, de justicia y solidaridad…
De mi vivencia de una experiencia cristiano-espiritual genuina, donde ya no pongamos precios a nuestras tibiezas o compromisos a medias…
De mi compañía en sagrarios y tabernáculos solos cuando Jesús es el mismo de ayer, hoy y siempre, como leemos en Hebreos 13…
1990 años después, ¿quiénes tienen sed en Puerto Rico?
¿Quiénes me piden de beber?
¿Quiénes me dicen, como versa el relato de la samaritana en el pozo, dame de tu agua para no volver a sentir sed? Porque, como dijo el mismo Jesús, tuve sed y me diste de beber…
¿Quiénes tienen sed en Puerto Rico?
¿Los confinados de la Adultos 1,000 en Las Cucharas en Ponce que literalmente tienen que beber del inodoro?
¿Los abonados de la AAA a quienes se les sobrefactura por un servicio intermitente?
¿Tienen sed, los vecinos de El Rayo, Medina, Morovis, Las Tres T, Jiménez, Malpica y Guzmán Arriba en Río Grande?
Tengo sed de tu compañía, me interpelaba el Viejo cuando aun estaba en salud… Ahora que se murió ya no le puedo dar de beber el agua de mi presencia…
Tengo sed de tu consejo, de tu bendición, de tu ayuda, generosidad y solidaridad…
Tengo sed de tu Fe, Esperanza y Amor… Tengo sed de tu oración…
Tengo sed significa necesito, quisiera, me urge, ojalá que… Tengo sed de tu valentía, de tu presencia, de tus palabras y manos… Tengo sed de tu misión profética… Que denuncies la injusticia, el abuso y los atropellos a un Pueblo pobre con rostro de adulto mayor…
Tengo sed de la Verdad… proclamada, anunciada, enunciada, predicada sin miedo… denunciando a los Pilatos, los Herodes y los Caifás del Puerto Rico del 2023 que desde el poder Ejecutivo, Legislativo, Municipal, Judicial, Empresarial, Eclesial y Mediático llevan a nuestro Pueblo directito como ovejas al matadero…
Tengo sed de mejores condiciones de trabajo y salario…
Tengo sed de opciones de estudio…
Tengo sed de acceso decente a la salud…
Tengo sed de respeto a mi vida…
Tengo sed… ¡Clama Puerto Rico!
6. Todo se ha cumplido
Es algo parecido a: Misión cumplida. Lo logramos. Llegamos a la meta.
El apóstol Pablo hablaba de rebasar la meta; de completar la gran carrera, el maratón y merecer la corona de la gloria, el trofeo de la salvación, el reconocimiento del Señor…
Si de algo estamos seguros es de que, tarde o temprano, cada uno de nosotros dejará de existir en este plano… Somos aves de paso, peregrinos, forasteros o visitantes itinerantes…
Nada, nadita de lo que hemos acumulado realmente me pertenece y te pertenece… El dinero que tienes en tu cuenta bancaria; la casa, tus autos, tu joyería, tus seres queridos… Tu familia, tus hijos, nietos, biznietos… Todos y todo, inevitable e irremediablemente, tendremos que soltarlo en algún momento…
La conciencia presente, en este Viernes Santo de 2023, 1990 años después; la vivencia del momento actual como una bendición por la gratuidad de la vida que recibimos para hacer el bien, es realmente lo necesario… La mejor parte, la opción más sabia…
Todo se ha cumplido cuando soy y eres una persona honesta…
Todo se ha cumplido cuando reconozco y reconocemos los errores y pedimos perdón…
Todo se ha cumplido cuando dejamos de juzgar a los demás y tratamos a todos con amabilidad y respeto…
Todo se ha cumplido cuando denunciamos las injusticias…
Todo se ha cumplido cuando renunciamos a la comodidad para que otros descansen…
Todo se ha cumplido cuando sacrificas tus horas de descanso acompañando a tu familiar o amigo en el hospital…
Todo se ha cumplido cuando compartes con gozo las bendiciones de Talento, Tiempo y Tesoro que, por su gratuidad, te regala el Padre del Universo…
Todo se ha cumplido cuando comprendes que no es dar, sino darse…
Todo se ha cumplido cuando adoptas como proyecto de vida las bienaventuranzas de los pobres…
Cuando das de comer al hambriento, de beber al sediento, de vestir al desnudo y visitar al preso…
Todo se ha cumplido cuando profetizas contra los enemigos de Puerto Rico… Todo se ha cumplido cuando alzas tu voz apostólica aunque pierdas privilegios y se te carpetee…
Todo se ha cumplido cuando AMAS y ofreces tu corazón, manos, pies y talentos para adelantar en Puerto Rico las bienaventuranzas de la paz y la justicia…
7. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu
Séptima Palabra pronunciada por Jesús en la Cruz.
Primicia, prefacio, antesala, entremés y prólogo de uno los dogmas de Fe, sino el más esperanzador, de seguro uno de los más esperanzadores: el de la Resurrección y la vida eterna.
Jesús, el hombre de carne, hueso, emociones y sentimientos, como tú y yo, similar en todito a nosotros, menos en la naturaleza común de la tendencia al mal y al egoísmo, murió en la cruz y resucitó al tercer día, según las Escrituras.
Pablo, un ciudadano romano perseguidor de los cristianos de la iglesia primitiva, se convierte en un testigo de la resurrección de Cristo porque el Señor se le apareció en el camino a Damasco.
Pablo decía que si Cristo no resucitó, vana sería nuestra fe.
De las 7 palabras, tres entrañan la esperanza de la resurrección: hoy estarás conmigo en el Paraíso, Todo se ha cumplido y Padre en tus manos encomiendo mi espíritu.
El creyente que está consciente de que es peregrino en esta tierra y que por el bautismo su misión no es otra que hacer el bien, no se aferra a las riquezas y placeres temporales, sino agradece lo que tiene y recibe, lo comparte y vive liviano porque sabe que, tarde o temprano, deberá encomendar su espíritu al Padre Omnipotente de la Eternidad.
Cuando escuchas a alguien predicar el evangelio de la prosperidad te convences rápido de que la muerte es un tema prohibido. Apenas hablan de la resurrección porque prefieren las glorias temporales… Avionetas, mercedes, mansiones, banquetes, prendas, lujos, fortuna…
Es necesario predicar más sobre la esperanza de la resurrección, porque es la esencia del Cristianismo. La resurrección es distinta a la idea de los que promulgan la reencarnación budista y los antecedentes de vidas pasadas, algo que se respeta, pero que se necesita estudiar más…
Ante la conmemoración, 1990 años después del acontecimiento que cambió el curso de la humanidad y dividió la historia en un antes y un después, la séptima palabra es una invitación a reflexionar si estamos preparadas y preparados para dar el paso, para abandonar este plano, para vaciar y tornar más liviano el equipaje y para soltar con la confianza del que amó y la certeza del que pudiera afirmar, precisamente desde el Amor, todo se ha cumplido.
Ahora bien: ¿Cuántas personas en Puerto Rico pueden soltar fácilmente? La gente cuya salud está comprometida tras los pinchazos contra el coronavirus… La gente que súbitamente perdió la vida en un carjacking… La gente que tiñó de luto su hogar al perder la vida de un ser querido víctima de un chofer embriagado… La gente que perdió un hijo en la guerra por el control de los puntos de droga… La gente que perdió un ser amado en Irak, Afganistán o Kosovo… La joven mujer que perdió un embarazo tras la inyección…
Costaría mucho decir: “Padre, en tus manos encomendamos nuestros espíritus”… Porque ningún padre ni ninguna madre tiene porqué sepultar a un hijo… Porque ninguna muchacha embarazada tiene porqué perder a su criatura…Porque ninguna mujer tiene porqué ser víctima de un feminicidio… Porque ninguna persona, por presiones financieras o temor a un desahucio, tiene porqué perder la vida de un infarto…
La séptima palabra, al menos a mí, me confronta en el sentido de qué estoy haciendo para que la vida de mi prójimo sea más llevadera a pesar de las injusticias que a diario se cometen con la bendición del estado y el silencio de las iglesias en nombre del capital…
Después de esta reflexión de las 7 palabras atemperadas al Puerto Rico de 2023, perdura, al menos en mi conciencia, un llamado a dar la milla extra en nombre del Amor…
La mies es mucha y los obreros son pocos.
El llamado, 1990 años después, a pesar de la relativización y trivialización de Dios, de su exclusión de las instituciones de la sociedad posmoderna, es a ser testigos de su Resurrección convencidos de que ha vencido al mundo y es la Luz que brilla sobre las tinieblas.
¡Así sea!


Saludos Jaime , que profundo pensamiento. Es nuestra realidad. Dejé.ir iglesia Católica por dichosa vacuna y mi affidavis me la hizo pastor de San Juan sin conocerme me la hizo. Ese dolor muchos puertorriqueños llevamos. En mi hogar no faltan oraciones para el nos dio vida esa cruz.
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